La Virgen Esterhazy, el célebre cuadro del pintor renacentista Rafael, regresó temporalmente a Roma, la ciudad donde fue creado en torno a 1508, para ser protagonista de una muestra en la Galería Nacional de Arte del Palacio Barberini.

La obra fue realizada entre el final del periodo florentino y el inicio de la etapa romana de Raffaello Sanzio (Rafael), un momento crucial para el arte en Occidente, ya que en 1508 iniciaron las obras para las decoraciones del nuevo Vaticano, como la cúpula de la Capilla Sixtina y las estancias de los departamentos papales, resaltó la curadora, Cinzia Ammannato.

Durante la presentación de la muestra a la prensa, recordó que Rafael fue llamado a Roma por el Papa Julio II para participar en la renovación del Vaticano.

La directora de la Galeria Nacional de Arte del Palacio Barberini, Flaminia Gennari Santori, indicó que la obra fue la primera realizada por Rafael en Roma, como lo demuestra el paisaje de trasfondo del cuadro, en el que figuran ruinas antiguas que corresponden al Templo de Vespasiano y a la Torre de Conti del Foro Romano.

La curadora dijo que esas ruinas no figuraban en los diseños preparativos, por lo que la pintura habría sido planeada en Florencia y completada a la llegada de Rafael a Roma.

La obra fue prestada temporalmente por el Museo Szepmuveszeti de Budapest, al que pertenece, tras ser donado por la familia Esterhazy, una de las más antiguas de la nobleza húngara, a cuyas manos llegó luego que en el siglo XVIII fue regalada a la emperatriz Elizabeth Cristina de Brunswick Wolfenbuttel (madre de Teresa de Austria).

Pintado en una tabla de 29 por 21.5 centímetros, la Virgen Esterhazy, también conocida como La Virgen y el Niño con San Juan Bautista, fue robado en 1983 y encontrado en un convento griego por los carabineros italianos, que la restituyeron a Hungría.

Para enfatizar ese periodo extraordinario de la carrera de Rafael, la exhibición incluye otras obras relacionadas con la Virgen Esterhazy, como La Virgen con el Niño (1515), de Giulio Romano, alumno preferido de Rafael y dos telas del siglo XVI: La Virgen de Loreto, atribuida a Daneile da Volterra y una imitación de La Virgen de los Claveles.

“La Virgen Esterhazy es una obra muy importante para la historia del arte y conjuga una elevada calidad pictórica con una poética intimista y emotiva”, dijo Ammanato.

El cuadro reproduce la figura de la Virgen apoyada en una roca con su hijo en brazos y al lado de San Juan Bautista niño, agregó.

“Es una de las obras más delicadas de Rafael”, apuntó la curadora.

La Virgen Esterhazy estará en el Palacio Barberini hasta el próximo 8 de abril y ha sido puesta en muestra en ocasión del préstamo hecho por la propia Galería de la “Fornarina”, otro célebre cuadro también de Rafael, a la Academia de Carrara de Bergamo, para participar en la exposición “Rafael y el eco del mito”.