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‘La Vigilante del Futuro’: Mucho ‘shell’ y poco ‘ghost’
Y como a los gringos les da mucha flojera leer subtítulos, tarde o temprano tienen que hacer adaptaciones en inglés de películas del extranjero. La más reciente víctima es “Ghost in the Shell” (“La Vigilante del Futuro”), que para fanáticos del ánime significa mucho, pero quizá para muchas personas no significa nada y no es más que otra película de acción y ciencia ficción con Scarlett Johansson al frente. Creo que son estas últimas personas quienes tienen la visión más acertada. Eso es lo que es esta cinta: una aventura muy entretenida, con visuales espectaculares, pero que deja fuera la profundidad y lo interesante de sus temas centrales. Ya saben, los de siempre, la humanidad, las máquinas, etcétera.
“Ghost in the Shell” es una franquicia de cómics y animación japonesa. Esta película está basada específicamente en el largometraje del mismo nombre de 1995, la primera adaptación a la pantalla del manga (cómic) de Masamune Shirow. Aquella cinta, entre otras cosas, es famosa por influenciar películas como “The Matrix” (1999). Y bueno, ¿de qué trata?, pues está ubicada en un futuro, donde hombres y máquinas se entremezclan. Ahí seguimos a una policía ciborg-humanoide interpretada por Johansson, quien está tras un hacker que asesina a varios empresarios de la compañía que la creó a ella. Esto le hace descubrir varios secretos y hacerse muchas preguntas existenciales.
Confieso no ser fan de la cinta de 1995. La he visto, me parece muy interesante, pero no pretendo defenderla a capa y espada. Ni siquiera lo tengo que hacer. Es bastante claro que aquella versión es muy superior. Esta nueva cinta es como la versión light, la versión más digerible y fácil de comprender y asimilar. Es como si le hubieran quitado mucha de la densidad de aquella, para dejar un producto mucho más ligerito, donde el verdadero peso se cargara hacia todo lo visual. ¿Eso quiere decir que la versión estadounidense es una cinta superflua, sin sentido y llena de efectos que no dice nada? Pues casi casi, pero no. Esta película hace un esfuerzo por darle profundidad a su protagonista, a sus temas y hasta al villano. Creo que no lo consigue con tanto éxito, pero el intento es respetable y se siente.
Lo que se puede ver claramente es que esta versión trata a su fuente original con mucho respeto. Intenta hacer lo posible por lograr una aventura de ciencia ficción de calidad, que esté a la altura de su predecesora. Además, está repleta de pequeños guiños para fanáticos, con escenas muy concretas tomadas directamente de la animación japonesa, las cuales están filmadas de manera tan hermosa que no parecen un robo cínico, sino más bien un lindo homenaje. Claro, esto yo lo digo siendo un no-fan que aprecia la original. Quizá los fans de hueso colorado sí se podrían ofender un poco, principalmente porque esta cinta no tiene tanta profundidad. Los temas están ahí, los vemos pasar frente a nosotros, pero no nos afectan en lo más mínimo. Es más, hasta en cierto punto parecen algo redundantes.
Aquí hay algo curioso que vale la pena señalar. Los temas de esta película los hemos visto millones de veces antes en otras películas, mucho mejor ejecutadas. De alguna manera, verlos aquí se siente como algo sin mucho chiste, como regurgitado, casi como un cliché. El asunto es que la “Ghost in the Shell” original influenció muchas de esas cintas. Por lo tanto, quizá esta nueva película no sea tan efectiva porque estamos viendo la misma historia en épocas posteriores. Puede que sea eso, o puede que simplemente a la nueva versión no le importa tanto hablar del alma, la humanidad y preguntarse cosas como la protagonista. Más bien se quisieron enfocar en la producción y desatendieron el guion, como suele suceder muy seguido.
Y esta cinta visualmente es muy atractiva. Casi como su protagonista que, dicho sea de paso, está bastante bien en este papel, a pesar de que mucha gente pegó el grito en el cielo porque no se trataba de una actriz asiática. Yo digo que son más racistas ellos por ofenderse, además, este filme tiene un montón de referencias a la cultura oriental y una buena cantidad de actores asiáticos como Takeshi Kitano. En general todo el elenco me parece muy bueno, considerando que no se trata de una película que requiera grandes complicaciones. Todos hacen un trabajo más que decente y hasta creo que le dan el peso dramático que la cinta requiere, al estar recubierta de tantos colores y tantas cosas tan llamativas.
Ahora bien, el cascarón (o “shell” como le llaman en este mundo) no es del todo engañoso. Es decir, no se trata de una de esas grandes producciones de efectos y acción sin sentido. El diseño de los robots, las ciudades, los vestuarios, los colores, todos esos detalles están muy bien cuidados. Hasta podría afirmar que la cinta se queda corta en acción.
Cuando digo que es visualmente atractiva, me refiero a todo en general y lo digo en el buen sentido, sobre todo tratándose de una película que transcurrió en su mayoría frente a una pantalla verde, para luego sustituir todo con sofisticados efectos. A veces no es tan malo usar los elementos digitales, se les puede sacar buen provecho y creo que esta película lo hace muy bien.
El resultado final es muy entretenido. Pero nos deja con un gran vacío. Si está esperando una profunda película de ciencia ficción, creo que no la encontrará. Encontrará, en cambio, un producto bastante decente, que logra apenas sostenerse en medio. Justo en la línea correcta para no ser una basura total, pero muy lejos de ser grandiosa. Es un buen homenaje, si no son fans puristas de la original. Pero si no la conocen, mucho mejor, entonces creo que podrá disfrutarla más.
EL DATO
> Elenco: Scarlett Johansson, Takeshi Kitano, Michael Pitt, Chin Han, Juliette Binoche.
> Director: Rupert Sanders.
> Género: Ciencia ficción.
> Clasificación: B
> Duración: 107 minutos
Calificación 7 de 10