‘La vida hay que vivirla, no sufrirla’
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‘La vida hay que vivirla, no sufrirla’
ESTIMADA ANA:
Me llamo Norma Mendoza y le escribo porque leí la historia de Sonia en donde ella cuenta como conoció a quien pudiera ser su futuro marido.
Yo estuve en una situación parecida, pues en febrero de 2003 conocí a un francés también por las redes sociales.
Él deseaba casarse conmigo y venir a vivir aquí a Saltillo, pero mi mamá no estaba de acuerdo, yo en esa época tenía 43 años y un buen trabajo.
Yo dejé todo y me fuí a vivir a Francia y no fue nada fácil encontrar trabajo, yo viví 7 años en el sur de Francia y regresé a Saltillo hace 3 años a comenzar de nuevo, el problema es que ya no hay muchas oportunidades por mi edad.
Es la tercera vez que inicio de cero, no me arrepiento de haber dejado todo porque afortunadamente él me demostró que su amor era verdadero y ya llevamos 11 años de casados.
Yo estoy de acuerdo con usted cuando le aconseja que no se arriesgue y que sea él quien abandone su país y venga a Saltillo a comenzar una nueva vida al lado de Sonia. Ahorita en España la situación económica está muy difícil y si ella ya tiene algo sólido, será más fácil para él adaptarse y encontrar un empleo aquí.
Espero que mi experiencia sirva para que Sonia tome la mejor decisión. Saludos.
ESTIMADA NORMA:
Gracias por compartir tu experiencia con nosotros y por supuesto con Sonia. Felicidades por tu matrimonio, les deseo que continúen muchos años más juntos. Te envío un gran abrazo y de nuevo te agradezco que nos hayas escrito.
ANA
ESTIMADA ANA:
Leyendo una carta que se le envió hace algunas semanas, me llamó la atención un hombre de 79 años que ha perdido fuerza física, principalmente en sus piernas.
Tengo 91 años y tomo clases de yoga en forma gratuita en el Instituto del Adulto Mayor, aquí en Saltillo.
Allí se nos activa física y mentalmente con clases de meditación y consejos. Aparte, camino media hora en la tarde.
Alégrese disfrutando buena música y buena lectura. Noticias trágicas, alarmantes solo entérese y déjeselas al que todo lo puede.
La vida hay que vivirla, no sufrirla: comida nutritiva y balanceada hasta donde se pueda.
Que viva muchos años erguido y sin bastón. Atentamente
Guadalupe.
ESTIMADA GUADALUPE:
Mi respeto y admiración para usted, Doña Guadalupe. Sus palabras son sabiduría pura, mejor descripción no puede haber cuando de cuidar nuestra salud se trata. Son cosas tan simples que de tan simples, se nos olvidan.
Cualquier tipo de actividad física y mental sin duda tiene el mejor de los beneficios: calidad de vida.
Le envío un abrazo afectuoso y de nuevo le reitero mi admiración.
ANA