La vaquita marina y otras especies en riesgo, con menos presupuesto para protección

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La vaquita marina y otras especies en riesgo, con menos presupuesto para protección

Foto: Especial
La estrategias para conservar a la vaquita marina y a especies en riesgo como el maíz criollo deberán trabajar en 2019 con menos recursos.

Los recortes a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para 2019 también afectarán programas de protección ambiental, como el de recuperación y repoblación de especies en riesgo (PROCER) el cual busca la conservación de plantas y animales como el maíz criollo o la vaquita marina.

Solo este programa recibió 147 millones de pesos en 2018; para 2019, tendrá poco más de 87 millones, un recorte del 40%, de acuerdo con el Paquete Económico 2019 presentado por la organización Fundar.

Las reducciones del presupuesto también implican menor participación de instituciones y organizaciones civiles, así como de las comunidades para investigación y acciones de desarrollo sustentable en favor de las 372 especies en riesgo registradas en la NOM059-Semarnat-2010.

Por ejemplo, en el caso de la vaquita marina, una especie endémica de la cual se han reportado apenas 30 ejemplares, el PROCER contenía, hasta 2018, compensaciones económicas para que pescadores de San Felipe, Baja California y Golfo de Santa Clara, Sonora, detuvieran sus actividades para evitar más muertes de este animal en sus redes.

En 10 años, las autoridades federales llegaron a gastar más de 1,200 millones de pesos para intentar protegerla, sin embargo, hoy se mantiene una alerta ante su próxima extinción.

La reducción de recursos impactará a los intentos por proteger a especies como el lobo mexicano, el oso negro, el jaguar, cinco especies de tortugas (verde, caguama, lora, laúd y carey) el águila real, el mono araña, la guacamaya verde, la ballena jorobada, el manatí y el ajolote, así como a orquídeas, cactáceas, murciélagos y variedades de maíz criollo, las cuales deberán trabajar con menos dinero.

En el caso del maíz criollo, el PROCER también suele gastar en diferentes sistemas de cultivo, de acuerdo a las regiones y costumbres; otorga dinero a proyectos productivos y a campesinos cuya actividad principal sea “el cultivo tradicional de razas y variedades locales de este tipo de maíz”.

Otros programas afectados, y que también son operados por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), son los del manejo nacional de este tipo de regiones, el programa de conservación para el desarrollo sostenible, la planeación, dirección y evaluación ambiental, así como actividades administrativas de estos sectores.