La urgente necesidad de que los partidos políticos aporten a la democracia en México
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La urgente necesidad de que los partidos políticos aporten a la democracia en México
La sincronía entre las elecciones a diputados locales y la posibilidad de que las gane el Partido Revolucionario Institucional (PRI), será un avance que destierre la fuerza que podría mostrar el partido Morena y constituir un antecedente que pudiera acercarlo a obtener un triunfo en la contienda de diputados federales en el 2021.
Por el lado del Partido Acción Nacional (PAN) al parecer el peligro es mayor, pues hay una minoría de figuras políticas notables que poseen cierto peso, y que ya desde ahora han mostrado inconformidades que podrían desencadenar en conflictos, que lleve a ese partido a acentuar las grietas y hacer más delicada su estructura que lo pueda conducir al desastre.
Los otros partidos, los llamados chicos, fueron creados con el objeto de servir para engrosar las urnas a favor del partido oficial, es decir al PRI y pagarles el favor con la consabida retribución económica que se otorga mediante las prerrogativas, además de puestos burocráticos, concesiones y más.
Sin embargo, con el paso del tiempo se fueron creando más partidos políticos, que como ya dijimos, han servido como proveedores de votos para otros de los grandes, por lo que ahora las contiendas son más encarnizadas y con riesgo de perder puestos políticos importantes y hasta la mayoría en el legislativo.
En la actualidad la usanza es que con la mayor facilidad se cambie de partido, es decir, donde se convenza más en función de dinero, haciendo a un lado su ideología propia que decían profesar y convertirse en personas que es fácil inclinar.
Todas esas actitudes de los partidos políticos han dado paso a que la ciudadanía tenga desconfianza de ellos y pierda interés en acudir a emitir su voto durante las jornadas electorales, pues los porcentajes de votación, principalmente en las elecciones intermedias, son bajas.
Y no se diga por el lado de algunos candidatos a una diputación que compiten solo porque fueron escogidos en base a la amistad, lo que le impone la obligación de regresar el favor aprobando las iniciativas que les son enviadas por el Ejecutivo del Estado.
Los partidos políticos deben observar una salud en su constitución interna, su ideología debe ser preservada y difundida así como aceptar miembros que la practiquen de manera que se nutran de ella, constituyendo partidos higiénicos y auténticos que no sean recipiendarios de otras ideologías que manchen la esencia que poseen.
A las organizaciones políticas les interesa obtener puestos en el gobierno, pues éstos son el conducto por el cual el pueblo gobierna mediante el voto con el que fueron elegidos, por lo que es de suma importancia que escojan miembros que sean conocedores de la política que es la que se fabrica, pero también que posean una experiencia administrativa para gobernar, pero no solo utilizar el empirismo durante el desempeño de la función que le asignen, sino realizar un trabajo técnicamente bien hecho y políticamente viable.
La unidad que requieren los partidos debe ser en base a una convicción política común que es su origen y su fundamento, por lo que para lograrlo es necesario que exista voluntad, que no quede en teoría pura ajena por completo a la realidad.
No se olvide o desconozca las fuentes de unidad, pues eso haría que se precipiten sin reflexionar hacia dónde van los partidos sin valorar la presencia y fortaleza de otros partidos.
Sin desconocer las fuentes de unidad, los partidos se vivifican nutriéndose de los auténticos anhelos del pueblo, pues si el pueblo necesita y quiere democracia, los partidos deben dar ejemplo incuestionable de democracia.
Además de la voluntad de los miembros de los partidos se requiere de fe, de entendimiento, de sensibilidad popular de la participación partidaria y ciudadana libre, todo ello es indispensable.
Cada vez el riesgo de apartarnos de la democracia es mayor al escoger candidatos que solo los conoce quien los designa y unos cuantos más, y que para suplirla se ha utilizado dinero público para comprar votos que logren el triunfo.
Desgraciadamente esa práctica nos alcanza hasta nuestros días.
Se lo digo EN SERIO.
franciscoaguirreperales@gmail.com
@aguirreperalesf