La urgencia de la Alerta de Género
Usted está aquí
La urgencia de la Alerta de Género
La semana pasada, con tres días de diferencia, dos mujeres fueron encontradas asesinadas con claras marcas de violencia; una con golpes en el rostro y en todo el cuerpo, además, atada de pies y manos; ella fue la maestra Sharon Niño Quiñones, de 32 años. Y también aniquilada con extrema crueldad, Ana Carmen Aguilar Félix, de 26.
Los hechos ocurrieron en Torreón. El alcalde Miguel Riquelme los minimizó opinando que no cree que puedan ser clasificados como feminicidios, pese a la violencia de género evidente. Además comentó que hay otras entidades en donde los crímenes contra mujeres son más frecuentes y no se ha dictado la Alerta de Género. Mal de muchos…
El señor Riquelme olvida que hace poco más de un año la PGR promulgó la Alerta de Género en 11 municipios del Estado de México, después de una larga lucha de las organizaciones civiles contra la violencia hacia las mujeres. Por ello, las organizaciones civiles feministas de La Laguna están exigiendo que se decrete la Alerta de Género.
Conviene recordarle al Alcalde que ésta no es una historia nueva: en los últimos cinco años varias veces se ha exigido que se establezca esa medida legal.
En mayo de este año, en un estudio presentado en Torreón por la Secretaría de Gobernación, el Inmujeres y la ONU Mujeres ubicó a esta ciudad entre las 10 con mayores índices de violencia feminicida en México y que entre 2007 y 2014 esos homicidios aumentaron en un 245.5 por ciento en Coahuila, colocando a la entidad en el tercer lugar nacional en violencia feminicida.
Ana Güezmes, representante de la ONU Mujeres en México, dijo en la ciudad lagunera: “Estamos proponiendo que la violencia contra las mujeres sea información de interés nacional, que sea de notificación obligatoria, porque cada Estado tiene tipificados feminicidios de una manera diferente, entonces no necesariamente podemos comparar; lo que estamos pidiendo desde ONU Mujeres es que esta información se tipifique como de interés nacional” (El Siglo de Torreón).
Lo que se ha comprobado es que las autoridades, procuradurías y ministerios públicos suelen ser omisos y muy benevolentes contra los asesinos feminicidas, como en el caso de Édgar Contreras Castro, quien asesinó a su exesposa, delito que fue clasificado como feminicidio; sin embargo, Édgar fue puesto en libertad.
En los últimos cinco años no ha habido uno en el que no se reporten feminicidios, principalmente en Torreón, Acuña y en la región Sureste de Coahuila, pero la secretaria de las Mujeres, Luz Elena Morales, afirma que el número de estos crímenes hasta ahora no es alarmante como para ameritar la Alerta de Género (El Diario, 16 julio 2016). Qué poco valoran la vida de las mujeres, ¿no ven que la violencia en los hombres es una enfermedad social?
Las violaciones a niñas, las golpizas a mujeres jóvenes y adultas o los asesinatos feminicidas ya son cosas normales, sistemáticas y las instituciones, que según la ley están para combatir esta violencia, en realidad son una burocracia costosa e inane.
Cuando la Secretaría de Gobernación decretó la Alerta de Género en el Estado de México, estableció que esa entidad debería adoptar acciones de seguridad y prevención para ejecutar medidas que garanticen a las mujeres y niñas que se encuentren bajo su jurisdicción el derecho a vivir una vida libre de violencia. Aunque según la evaluación de la Alerta en el Edomex, los resultados han sido poco eficientes por negligencia de las autoridades.
Por desgracia en Coahuila, aunque hay leyes para estos casos, éstas permanecen en los archivos y las autoridades poco o nada hacen por remediar esta grave patología.
Posdata
Estoy harta de Trump, de la resurrección del fascismo, de la segregación racial, de la deportación de migrantes y todo lo que parecía había quedado atrás después de la Segunda Guerra Mundial. Hasta la hora que envié mi último texto, el martes 8, Hillary Clinton iba adelante en las encuestas, pero perdió.