Cuando Humberto Moreira fue electo en elecciones primarias dentro del PRI, para las elecciones del 2005,  y se convirtió en el candidato a la gubernatura, el evento bien podrá aparecer como una buena noticia en la historia política de Coahuila, suceso hasta entonces inédito, se enterró al dedazo para resolver la sucesión. Moreira se enfrentó a cuatro políticos de gran estatura, ganó en parte por su trayectoria, pero sobre todo porque era quien controlaba las bases sociales de ese partido político, dado su trabajo clientelar en su paso por CONAFE, INEA, Secretaría de Educación y la Alcaldía de la capital del Estado. A la postre fue el inicio de la tragedia.

Este pasado domingo Miguel Riquelme ganó en las urnas priístas con más de medio millón de votos, dicen, aunque se hayan impreso cuatrocientas mil boletas, magia que permite el control de todo: la producción y distribución de las boletas, el lugar de las casillas, los escrutadores, los que contabilizaron y validaron el proceso y quienes hicieron las declaraciones para difundir el magno evento. El exalcalde de Torreón no tenía necesidad de hacer campaña, no había contendientes, ya todo estaba decidido. La comedia.

En su magra lista de haberes, Miguel Riquelme ostenta algunos cargos importantes: alcalde de Torreón, antes diputado federal y local, y secretario de gobierno, todo logrado desde el año 2005 a la fecha; es decir, durante los gobiernos de los hermanos Moreira. Doce años en los que la deuda de Coahuila se multiplicó, las fosas clandestinas también, las familias que buscan los muertos y desaparecidos también. El señor Riquelme nunca dijo nada sobre esos agravios ni como legislador, ni como funcionario Público. Pequeñas historias que inventa la gente, pensaría sentado en la curul. 

Miguel Riquelme es lagunero, los habitantes de aquella región coahuilense han demandado un gobernador originario de aquellas tierras. El próximo 4 de junio los votantes tendrán tres candidatos laguneros. Además del priísta, son de la comarca también el panista Anaya y el independiente Javier Guerrero, los dos con una trayectoria política que los hace elegibles con mayor justicia que el delfín del moreirato. Sólo que las elecciones se ganan con votos, en el PRI agregarían …y con trampas.

Mal presagio que el más inexperto e inepto aspirante haya obtenido el “apoyo” de esa cantidad de simpatizantes. Significa que el gobierno de Rubén no tendrá empacho en preparar uno de los fraudes electorales más grandes de la historia contemporánea. Los impuestos de los coahuilenses ya empezaron a temblar.

La última y nos vamos

La convocatoria que lanzó Lenin Pérez de la UDC, al parecer fue demasiado tarde, las fuerzas políticas a quien invitó, Morena y el independiente Javier Guerrero, han demostrado que tienen presencia, por lo que sumar sus activos a Anaya aparentemente no les atrajo mucho. Aún así, podría haber sorpresas en las próximas semanas.      

La querella infinita 
Mario Valencia Hernández
mvalehe@yahoo.com.mx