La Tierra y el cosmos
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La Tierra y el cosmos
La conexión absoluta del género humano con la Tierra y el cosmos es ineludible. Toda forma de vida sobre nuestro planeta tiene un origen común y es desde la convicción y el conocimiento que debemos asumirnos como ciudadanos planetarios.
En medio de la tragedia de la pérdida de biodiversidad y de la explotación no sustentable de los recursos naturales, resulta un bálsamo el reflexionar sobre la necesidad de detenernos y tener una mirada desde la ventana de la paz para reencontrarnos con nosotros mismos y con las personas a las que amamos, que no sólo están en el contexto familiar sino en la comunidad en la que vivimos.
En Bustamante, Nuevo León, Pueblo Mágico, se está llevando a cabo el Foro Festival de la Tierra y el Cosmos con el lema “Dancemos en círculos desde el corazón y cantemos al cosmos, origen de la Tierra”. Una semana muy intensa desde el día 3 hasta el día de hoy en el emblemático 11:11 que representa para los expertos en cosmovisión un momento trascendente.
En este foro festival participaron agrupaciones de danza y música prehispánica, expositores de astronomía, paleontología y arqueología, además de talleres de creatividad, danzas rituales y música tradicional teniendo como tema generador la iniciativa internacional de la Carta de la Tierra en acción.
El eje central del foro festival fueron las danzas universales para la paz que condujeron la arpista, cantante y compositora Cinthia Valenzuela y la bailarina de danza contemporánea y gran ambientalista Beleni Alonso, presidenta de Ríos Vivos A.C.
Observar la manera en que niños, adolescentes y adultos se iban desplazando en círculos cantando y danzando temas mágicos del mundo en hebreo, turco y castellano fue algo extraordinario. Prácticamente la octava parte de la población local participó.
Algo simbólico fue la presentación del espectáculo Agua Honrarte que se desarrolló en el Ojo de Agua San Lorenzo pues fue a partir de ese lugar, con una saca de agua, que los tlaxcaltecas demostraron a las autoridades virreinales del Nuevo Reino de León que habían sembrado una cementera de maíz, apoyados por fray Francisco de Esteva, fray Francisco de Hidalgo y por el capitán Francisco de Barbarigo.
Estos tlaxcaltecas descendientes de los fundadores en 1591 de San Esteban de la Nueva Tlaxcala, población gemelar de la Villa de Santiago del Saltillo –ambos pueblos hoy Saltillo, Coahuila–, se enamoraron de la belleza paisajística del cañón de Boca de Leones.
La magia permanece en el lugar desde que tuvo el nombre de San Miguel de Aguayo hasta ahora que lleva el nombre de Bustamante.
En el marco del Foro Festival de la Tierra y el Cosmos se develó la escultura de Ríos Vivos para homenajear a una comunidad que ha sabido tener un manejo sustentable de su agua. Participaron artistas de muchos lugares, médicos tradicionales de la vertiente tolteca, maestros de herbolaria, y grupos artísticos como “Trabuco” de la Universidad Autónoma de Coahuila y el Coro “Observatorio México”. La Universidad Autónoma de Nuevo León participó con sus expertos en astronomía poniendo al servicio de los educandos un magno Observatorio Astronómico Móvil.
El niño de nueve años Gabriel Villarreal Ruiz, proveniente de Saltillo, ofreció seis conferencias sobre paleontología a niños bustamantenses deslumbrándolos con su conocimiento y abriéndoles la posibilidad de soñar y de pensar. ¡Qué manera de integrarse hombre, naturaleza y cosmos en un pueblo de Aridoamérica!