La calentura con la que terminó el partido entre Real Madrid y Juventus, en el que los merengues avanzaron a semifinales de Champions League con un penal de último minuto, se trasladó de la cancha a los vestidores.

Diversos reportes indican que "hubo lío en los vestuarios".

Los futbolistas del cuadro italiano habrían ido a buscar al árbitro inglés, Michael Olliver, y de paso se hicieron de palabras y algunos empujones con elementos madridistas.

Se dice que entre los involucrados estuvo Sergio Ramos, "suspendido por acumulación de tarjetas y quien fue visto cerca del túnel pese a que está prohibido para él por no ser elegible".

También se menciona que tuvo "intercambio verbal con el DT de los italianos, Massimiliano Allegri, y si el árbitro lo reporta podría ser inhabilitado para la Semifinal de Ida".

Marcelo es señalado como el detonante de la gresca por hacer un gesto durante su festejo sobre el campo, algo que no pasó desapercibido por los elementos de la Juve.

Hasta el momento sólo son reportes y a la luz únicamente ha salido el festejo de los merengues en el vestuario.