La sombra del monstruo: Los miedos que nos acosan

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La sombra del monstruo: Los miedos que nos acosan

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El ilustrador Ariel Leviel inauguró la exposición “La sombra del monstruo” en la Taberna el Cerdo de Babel, con 11 obras que plasman los miedos a los que nos enfrentamos aún sin saberlo

Saltillo.- Monstruos como aquellos que se esconden en cada rincón donde no quieres mirar, salen de la oscuridad para aterrorizar nuestros sueños en la infancia. Monstruos con miles de dientes, con garras para destrozarnos, con cientos de ojos que nos vigilan, que buscan devorarnos mientras estamos indefensos… la mano creativa del ilustrador Ariel Leviel le da vida a 11 de éstos terroríficos seres en su exposición “La sombra del monstruo”, inaugurada en la Taberna el Cerdo de Babel el jueves 29 de junio, en compañía de amigos y comensales que se dieron cita en la planta baja del bar.

“Yo trato de enfrentar al espectador consigo mismo. El saber a qué le tememos y una vez enfocados podemos saber dónde atacar. Una vez que sabemos a que tenemos miedo podemos ser valientes porque tienes los límites para crear parámetros. Eso es lo que yo trato, porque los miedos que aquí represento son muy reales, de que todos los hemos sufrido o tenido miedo. Eso es completamente verídico. Pero el problema es que muchas veces no los queremos ver” comentó Leviel sobre las 11 piezas trabajadas con tinta china y plumilla.

Los monstruos infantilizados, creados por el ilustrador saltillense, representan los temores contemporáneos como la discriminación, los secuestros, el abuso, la soledad: “manejé el tema de los monstruos por la situación actual —actual en el sentido que en esta exposición no estoy identificando a los dictadores o hechos del momento que están pasando— sino, como nos van afectando estos cambios que vive la humanidad, digamos, todo lo malo”, declaró.

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“Se trata de llegar a la médula de cada uno. Buscar en tu propio interior una especie de psicoanálisis. Te das cuenta que eres un niño. Que lo sigues siendo. Es ahí donde digo 'una colección de monstruos', quitarles ese contexto de imaginación y horror y llevarlas hacia unas cosas más contemporáneas y darles una variación”, declara Ariel Leviel, sobre cómo surgió la idea de esta exposición.

¿Cuál de los monstruos te causa más terror, Ariel? “Al monstruo que yo le tuviera más miedo —y que hice en sí por mi, porque sí hice una obra específicamente mía—, es una niña dormida como en un sofá y, yo lo manejé como sandman, pero es como un tipo media luna, con cara de cráneo y el un ser tipo duende y al otro lado hay un ave más simplificada… es este miedo a dormir. 

“En la obra sandman está enterrando a la niña porque cumple con el sueño, un poquito el estado de que no sabes que va a pasar mientras duermes, no sabes a que te expones como persona, puedes estar en el entorno de tu casa, pero actualmente, cuántos robos no hay a casa habitación. Esa es mi pieza preferida, porque cuando estamos inconscientes… ¿qué pasa? No sabes lo que se está manifestando. En todas las demás obras los personajes están despiertos, excepto en éste”, declaró.

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Durante la inauguración el artista rifó - de manera gratuita - una obra de su autoría entre los presentes. Las obras estarán en exposición un mes, en el cual los visitantes a la 'Taberna el Cerdo de Babel', podrán observar la muestra para enfrentarse cada quién a los terrores internos que resguarda; algunos de los asistentes a la inauguración declararon: “A la vista me parece agradable, no sé mucho de la historia pero creo que tiene buen manejo de la técnica”, Jessica Nieto, 21 años. “Yo creo que se ve muy completo, se ve un trabajo muy terminado, tampoco sé mucho sobre la contextualización pero también me gusta mucho la técnica”, comentó Lluvia Zapata, una  de las asistentes a la inauguración de la expo.

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Los miedos que nos acosan

En la infancia es cuando se vive el temor sin avergonzarse por expresarlo. Los niños buscan un refugio entre las cobijas de la cama, dejando una luz encendida, corriendo al cuarto de sus papás; a pesar que como adultos afrontamos la vida con juiciosa racionalidad, hay cientos de monstruos permanecen y nos persiguen... “todos esos miedos que yo llegué a sentir en algún momento, los traté de construir en monstruos”, señala el artista.

El miedo a comer

La anorexia y la bulimia es un problema que cada año registra 20 mil casos, principalmente afectando a jóvenes de entre 14 y 17 años (según estadísticas del sector salud); Leviel refleja esta problemática a través de un grabado de dulces-monstruo devorando a unos niños, “cuando lo estuve investigando encontré que hay casos muy fuertes desde niños con estos trastornos, entonces eso crea ese miedo a la comida, yo lo manejé como dulces por los niños, pero es un miedo: miedo incluso a comer”.

El miedo al secuestro

El miedo a ser secuestrado es una constante en la realidad contemporánea de los mexicanos, las estadísticas arrojan día a día a cientos de desaparecidos y sus rostros tapizan los postes de las avenidas y las páginas de redes sociales. El artista retrata este temor, a través de unos monstruos que tienen la boca en vertical y parecen un costal, en ésta imagen se ven niños siendo comidos y los monstruos avanzando hacia una niña con un globo, la niña llora del miedo paralizada, éste parálisis a base del terror de que se van acercando. “Lo saqué por el tema de 'el viejo del costal', que se te queda desde niño. Te das cuenta de que 'el viejo del costal' puede ser cualquier persona, ya seas hombre o mujer, niño, inclusive anciano, no falta algún demente que llegue y te levante y te lleve. Es algo que avanza y no te puedes mover, porque te das cuenta del peligro hasta que ya no puedes hacer nada”.

La pedofilia

Siempre nos han dicho 'no aceptes regalos de extraños', 'no aceptes dulces de extraños', ¿qué seria lo más bonito de lo que no podrías sospechar? Un peluche. Ésta imagen es una niña abrazada por muchos peluches, pero éstos peluches se están descosiendo y dentro hay unos seres extraños, negros. Leviel apuntó, “son negros porque es una connotación que siempre se le ha dado al mal, a lo siniestro, saturé a la niña de peluches y cositas bonitas, pero cuando se rompen y se descosen no hay exactamente un relleno suave de plumas o algodón, en la imagen hay seres extraños y cosas que extrañas que agarran a la niña y la atrapan”.