La solidaridad en el confinamiento: el rostro humano en la pandemia

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La solidaridad en el confinamiento: el rostro humano en la pandemia

El confinamiento ha traído consigo diferentes maneras de enfrentarlo. A quienes su vida social era parte insoslayable de su diario andar, se les ha dificultado de manera dura y difícil. Para otros, el problema ha sido establecer el contacto con el exterior a través de los dispositivos móviles. Principalmente en los temas de trabajo y de escuela.

El encierro sorprendió a no pocos con una vida de oficina no separada de su vida en casa. Así, desde la manera para acceder a ciertos sistemas, como la papelería concentrada en los escritorios, hizo y hace para muchos complicado adaptarse a las circunstancias, tratando de actualizar lo posiblemente actualizable.

En el caso de las escuelas, el tema del internet de inmediato empezó a tomarse como algo que podría detener la forma de acceder a los contenidos. Familias que disponían de una sola computadora o celulares con limitada capacidad, de pronto se vieron con el imperativo de que para poder continuar las clases tendrían que conectarse a internet irremisiblemente.

Para el caso, no fueron, no son, exclusivamente los alumnos con eventuales problemas de conexión ya por falta de dispositivos o por limitación de los que tienen a la mano. También les ocurrió y sigue ocurriendo a los maestros, quienes asimismo están expuestos a enfrentar las dificultades de origen técnico.

De mucha ayuda, para facilitar las cosas, se hizo partícipes a los medios de comunicación para poder auxiliar en los procesos de enseñanza-aprendizaje.

Las dos semanas anteriores a la Santa fueron el antecedente para ver cómo se desarrollarían las cosas luego del receso de 15 días. Al terminar la de Pascua, hubo una mayor explicación, mayor flexibilidad y mejores oportunidades de acceso a la enseñanza.

No obstante, resulta indispensable seguir trabajando, día con día, en la solución de los problemas derivados de una situación tan atípica. Llegar a un 100 por ciento de participación, lo deseable, no es quizá lo que ocurrirá al final. Detectar los casos en que no se concluyen los aprendizajes esperados es y será una de las tareas fundamentales de quienes están al frente de cada uno de los procesos.

Lo inusual del momento lleva a la reflexión de que, aun siendo importante cumplir con las metas y tareas programadas, también es indispensable la comprensión de las situaciones particulares. El estrés que hay en muchos hogares por la pérdida del empleo, y por ende la escasa posibilidad de adquirir los insumos primarios para sobrevivir, puede convertirse en una olla de presión de cuya existencia nadie debiera hacerse el desentendido.

Las jornadas de apoyo a las personas vulnerables son dignas de aplauso y modelo de seguimiento. Ejemplos, por fortuna, son ilustrativos: En Saltillo un conocido restaurante apoyó con comidas preparadas a quienes lo necesitaban, mientras otro distribuyó alimentos en el Hospital General y un grupo de religiosas y más personas desinteresadas apoyaron con cubrebocas y otros materiales para el Instituto Mexicano del Seguro Social.

En una imagen de un colegio de Reynosa, Tamaulipas, vi a la que fuera directora de uno aquí en Saltillo hace unos meses, entregando alimentos a migrantes, y de Jalisco me llega información de un grupo de amigos que se organizó para distribuir semana a semana tamales y sopes a personas muy necesitadas.

Desde las redes sociales, un grupo de estudiantes de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Autónoma de Coahuila lanzó una página en Facebook, “Comunica en verso”, en la que invitan a escribir poesía, mientras también hemos visto cómo desde todas las disciplinas –música, literatura, danza– los artistas han creado atractivos contenidos, así como las instancias culturales; cada cual con sus propios medios y posibilidades.

Son muchas las personas que se encuentran en necesidades especiales. ¿Cómo saber ellas a dónde acudir para recibir ayuda? Así como la radio también se ha organizado para ayudar a los comercios, promoviendo la adquisición de bienes de consumo por adelantado y consumiendo una vez terminada la inédita situación que nos ocupa, así pudieran sumarse más mensajes en el sentido de informar a dónde pueden acercarse las personas que hoy en sus hogares lidian con esto sin trabajo y muchas otras con escaso alimento o sin nada.