La sed
Usted está aquí
La sed
Hoy el problema del agua es mayúsculo en este lugar desértico con las mismas condiciones y precipitaciones de Arabia Saudita en prácticamente el 85 por ciento de su territorio. La mitad del espacio de Coahuila (49 por ciento) presenta clima seco y semiseco; el 46 por ciento tiene clima muy seco, y el 5 por ciento restante registra clima templado subhúmedo.
Aunado a ello, los arroyos se secaron, los otrora caudalosos ríos Castaños y Aguanaval ya ni en los mapas existen. El río Sabinas cada vez parece arroyo, y no se diga de los enigmáticos Chorros y otros manantiales deliciosos y longevos. En Coahuila hay cuatro regiones hidrológicas: Bravo-Conchos, Mapimí, El Salado y Nazas-Aguanaval, donde se localizan 17 cuencas hidrológicas, 43 subcuencas y 29 acuíferos.
Según datos de Conagua , la cuenca del Bravo abastece agua a 12 millones de habitantes, 144 municipios, a un caudal de 12 mil 757 hectómetros cúbicos (hm3) al año, sin embargo, sus afluentes locales como el río San Rodrigo y el río Escondido aportan un 35 por ciento de caudal de lo que generaban hace 10 años. Hoy día el agua renovable de esta cuenca refiere mil 073 metros cúbicos de agua por habitante al año.
Tres amenazas se advierten, dos monstruos ya enseñaron sus afilados colmillos e insaciables gargantas que tragan el caudal de nuestra agua, y un tercero amenaza aparecer en septiembre de 2018.
El primer monstruo se llama LALA y Soriana, que obtuvieron entre 2003 y 2005 una serie de concesiones para explotar mantos acuíferos en la región de Cuatrociénegas para abastecer los sembradíos de alfalfa, milo y otros granos para sus animales (cacas lecheras y ranchos ganaderos).
Ya en 2006 la Dra. Souza había advertido de ese desastre e invitaba a limitar la extracción del líquido que afectaba el nivel de las pozas de Cuatrociénegas. Desafortunadamente los empresarios intentaban hacer creer que la falta de agua se debe a las escasas lluvias de los últimos años, y que, por ejemplo, no hay interconexión entre los tres acuíferos de la región. Ignoran las evidencias que muestran el abatimiento del acuífero desde que comenzó la siembra de alfalfa, lo que se manifiesta en la desaparición de algunas pozas y la biodiversidad que albergaban, la pérdida de las plantaciones de nogal y cada vez menos agua para la población.
Basta darnos una vuelta por las pozas y comparar los caudales de hace 10 años para entender la magnitud del daño ecológico.
El segundo monstruo empezó a construirse en 2005 en Nava, Constellation Brands produce 27.5 millones de hectolitros anuales de cerveza Modelo, evidentemente con agua de los cinco manantiales.
Para producir un litro de cerveza se requieren 13 de agua, por lo que el consumo anual llega a 357 millones de hectolitros de vital líquido. Con base en el “Estudio técnico para determinar la disponibilidad de agua subterránea en el acuífero Allende-Piedras Negras, Coahuila”, realizado por Lesser y Asociados, SA de CV para el Grupo Modelo en 2008. La CNA determino que la recarga de agua es de 457.7 hm3 por año, por lo que el déficit en la recarga es evidente, sobre todo en época de sequía.
El tercer monstruo es la obtención de gas shale a través de la técnica del fracking, este consiste en un sistema mediante el cual se explotan los yacimientos atrapados en rocas poco porosas. Estos depósitos suelen estar situados a grandes profundidades (entre 400 y 5 mil metros) y son fracturados. Para fracturar la roca, se hace una perforación horizontal de varios kilómetros de largo a través de la cual se inyecta agua a presión mezclada con arena y algunos aditivos químicos. Una vez conseguida la fracturación, el fluido (petróleo o gas) asciende a la superficie junto con la mezcla de agua y otros aditivos, el líquido es inservible. En Coahuila, durante septiembre iniciará el proceso la empresa Lewis Energy y seguirán otras 20 empresas concesionadas.
El agua de Coahuila tiene ya sentencia de muerte, sólo espera los cortos años para atravesar la milla verde y ser ejecutada. Auxilio, diremos dentro de poco, queremos agua.