La Sanmiguelada

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La Sanmiguelada

Ilustración: Vanguardia/ALEJANDRO MEDINA
Bustamante, Nuevo Léon, ha sido un lugar predilecto para el turismo desde finales del Siglo 19"

Pocos pueblos en el noreste mexicano tienen una comunidad capaz de construir inteligencia colectiva. Los pueblos rurales son una plataforma perfecta para el desarrollo del turismo sustentable y eso representa una gran oportunidad para las mujeres y hombres que son receptores de los turistas.

El Santo Patrón de Bustamante es San Miguel, que es de los santos predilectos para los tlaxcaltecas que en buena medida fueron los impulsores de la evangelización en la parte más norteña de lo que fue la Nueva España.

Recordemos que en 1520, un año después de enfrentar y luego aliarse a los españoles, los líderes de cada uno de sus cuatro Señoríos que integraban la cuasi república de Tlaxcallan: Tepeticpac, Quiahuiztlán, Ocutelulco y Tizatlán, fueron bautizados con nombres castellanos.

San Miguel de Mixquitic, en el actual Estado de San Luis Potosí y San Miguel del Milagro en Cacaxtla, Tlaxcala, son dos ejemplos de la predilección de los tlaxcaltecas por este santo.

En el caso de San Miguel de Aguayo de la Nueva Tlaxcala, hoy Bustamante, Nuevo León, cuando hace 330 años como aparece en algunos documentos sobre su fundación en 1687, o hace 331 años, como aparece señalado en otros; fue este santo el que dio nombre al pueblo pero a la par de satisfacer el objetivo religioso estaban cumpliendo políticamente con el entonces Gobernador del Nuevo Reino de León, don Agustín Echeverz y Subizar, cuyo título nobiliario era el de Marqués de San Miguel de Aguayo.

Los tlaxcaltecas fueron siempre muy inteligentes en cuanto a su beligerancia y cabildeos políticos para lograr los propósitos fundacionales, y eso se observa con la lente histórica en todas las poblaciones que fueron fundando luego de las Capitulaciones de 1591.

Así que es formidable el que se haya decidido poner el nombre de “Sanmiguelada” a un producto turístico que por primera vez se presenta en las calles del centro histórico de Bustamante con música regional de acordeón y bajo sexto, y danzas folclóricas norteñas.

El formato es similar a las de las “callejoneadas” que se organizan desde hace décadas en la ciudad de Guanajuato, aunque éstas se acompañan con estudiantinas.

Ya en el Pueblo Mágico de Santiago, Nuevo León, un lugar que verdaderamente merece ese adjetivo por su belleza paisajística y patrimonio cultural, se están llevando a cabo “callejoneadas” apoyadas por una batucada compuesta de percusionistas, muy al estilo brasileño. Pero en Bustamante se cuidará la identidad norestense lo más posible, en el caso de estas caminatas bordeando las calles de su centro histórico.

Muchos esperamos que pronto se logre la denominación de Pueblo Mágico para Bustamante, porque realmente ha sido un lugar predilecto para el turismo desde finales del Siglo 19; así habría otro pueblo nuevoleonés con características extraordinarias que pueda promoverse a nivel nacional e internacional y con ello sea posible el desarrollo de productos turísticos sustentables en la región donde se ubica que incluye a Villaldama, Lampazos, Vallecillo y Sabinas Hidalgo, Nuevo León, y Candela, Coahuila, que ya recibió la designación por parte de la Sectur federal. 

Por cierto, en Bustamante se recibe mucho turismo de habitantes de Candela, –antes San Bernardino de la Candela–, y de las localidades aledañas, incluso de las ciudades de Saltillo y Monclova, Coahuila, ambas con vínculos de origen con la simiente tlaxcalteca.

Así es que cuando se anuncie el calendario de la Sanmiguelada, visiten Bustamante, los esperará un pueblo donde la magia sí existe.