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‘La sala de urgencias olía a pólvora’: médico
CDMX.- “Puedo asegurar que todos nos ganamos el derecho a dormir con la mente en paz”, declaró Jesús Ramírez, médico interno del Hospital de Zona número 98, de Coacalco.
“A las 15:30 horas nos encontrábamos tomando clase... a los 10 minutos se escuchó por el conmutador que se solicitaba a todos los médicos del hospital”, recordó Ramírez.
Ningún interno tenía idea de lo que acababa de pasar, pero poco tiempo pasó para que sus servicios fueran solicitados
Jesús reconoció que su miedo principal era uno: tener que atender a un menor: “Si es trágico ver a un adulto, es más difícil ver a un niño sufrir”.
Dijo que la sala de urgencias “olía a pólvora: Todo el personal corría para atender a la gente: los limpiaban, los suturaban...“Yo no sabía en qué paciente enfocarme, era difícil saber, reconoció Jesús, “Así que al primer paciente que vi, me fui sobre él”. Entre las heridas que el estudiante de la UNAM atendió, narra, había una mujer que “tenía la cara con quemaduras de segundo grado, se le caía la piel”, al lado de su paciente había un hombre “con la cara negra; él estaba más grave”.
El dato
> Calculó que llegaron más de 14 heridos, algunos eran familiares. “En una cama estaba una señora y a un lado, su esposo”. Algunos preguntaban por familiares desaparecidos.