‘No puedo respirar’ fue la exclamación de Victoria Salazar, la mujer asesinada por elementos de la Dirección Municipal de Seguridad Pública de Tulum, cuando uno de los policías la sometió con extrema fuerza durante su arresto. Este es un claro ejemplo de la inseguridad que se vive en México.

El video que circula en redes sociales, muestra al uniformado someter a la mujer colocando su rodilla en el cuello y dejando caer todo su peso contra la columna vertebral de la arrestada debido a su presunto estado de intoxicación. Las imágenes no fueron ajenas, pues recordaron la misma escena que le ocasionó la muerte por asfixia a George Floyd, en Estados Unidos.

Lamentablemente, estos no son los únicos casos donde el uso de esta maniobra policial le ha quitado la vida a los arrestados, por ello, en muchos países se ha prohibido. En México, la Ley Nacional sobre el uso de la fuerza reprime este tipo de acciones. 

Si bien, se ha comprobado que el uso de esta maniobra es altamente peligroso ¿por qué se sigue utilizando por la policía a nivel internacional? ¿Es necesaria para arrestar a una persona o es la autoridad que otorga sobre la vida de alguien lo que hace que la policía recurra a ella? 

¿Qué  consecuencias causa el uso de esta brutal técnica policial?

Asfixia, fracturas, lesiones en el cuello, órganos vitales y partes delicadas de la columna, son algunos de los efectos que produce en el cuerpo el sometimiento a partir de la técnica que coloca una rodilla o todo el peso del policía sobre el arrestado. 

Los reportes forenses de las víctimas de brutalidad policiaca, casi siempre, arrojan como motivo de la muerte la asfixia. Esto, debido al tiempo prolongado que mantienen al arrestado boca abajo, con manos atados y ejerciendo presión sobre su espalda y cuello.

Según especialistas en el tema, el uso de esta técnica es altamente peligrosa, pues se puede cortar el flujo de oxígeno causando la muerte y esta acción puede confundirse con la simple pérdida de conocimiento a causa de la interrupción en el flujo de la sangre. Así lo mencionó Seth Stoughtonun, un exoficial de la policía que actualmente es profesor Universidad de Derecho de Carolina del Sur.

“Usar la rodilla sobre la parte posterior del cuello en vez de ponerla hacia los lados implica el riesgo de matar o herir gravemente a alguien porque se corta el suministro de aire o se puede dañar la columna cervical y otros huesos delicados del cuello”.

El reporte de la necropsia de la mujer que perdiera la vida en manos de la policía identificó como causa del deceso una fractura en la parte superior de la columna vertebral, debido a la ruptura de la primera y segunda vértebra. Además de señalar que la maniobra de control corporal ocasionó una desaceleración con rotación de cuello, de acuerdo con los Peritos del Servicio Médico Forense de la Fiscalía General del Estado de Quintana Roo. 

“La técnica policial de control corporal aplicada y el nivel de fuerza utilizado, se realizó de manera desproporcionada, inmoderada y con un alto riesgo para la vida, ya que no fue acorde con la resistencia de la víctima”. 

Referente al caso, el Ministerio Público inició el proceso penal contra los cuatro policías (tres hombres y una mujer) por su probable participación en el delito tipificado como feminicidio.

Los policías de Quintana Roo han hecho uso de la represión con fuerza extrema en anteriores ocasiones, por ejemplo, a finales del año pasado, cuando reprimieron con balazos a manifestantes que exigían justicia por el feminicidio de Bianca.

Al igual que en ese caso, los policías participantes serán llevados ante un juez de control para la revisión del caso y procesados durante las próximas horas. 

La inseguridad en Tulúm va a la lanza. En 2020 se registró un incremento de homicidios dolosos en un 67 por ciento comparado con el 2019, según informó el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).

Con información de PLUMAS ATOMICAS