La renuencia a la transparencia, ¿qué harán los aspirantes a 2017?

Usted está aquí

La renuencia a la transparencia, ¿qué harán los aspirantes a 2017?

El diagnóstico del zar de la transparencia es claro: no nos faltan leyes, nos falta acatarlas. En los últimos comicios ha quedado claro  que la gente está cansada de  la corrupción

La transparencia es una de las mejores y más sofisticadas vacunas en contra de la corrupción, eso lo hemos ido presenciando en los últimos años desde la creación del actual Instituto de Acceso a la Información Pública (IFAI), esto en tiempos de Vicente Fox. 

Buena parte de los grandes escándalos en la vida pública de nuestro país –destacando por desgracia también Coahuila- se han conocido gracias a las herramientas de la rendición de cuentas de los actores públicos hacia la sociedad. 

Es inobjetable el avance que ha tenido nuestra democracia con la creación de estas herramientas. Sin embargo, la pavimentación de ese camino no se ha concluido. 

Estos comentarios vienen a colación ante la entrevista que publicamos en esta edición de Domingo Opinión con Jesús Homero Flores Mier, el zar de la transparencia en el Estado. 

El comisionado presidente del Instituto Coahuilense de Acceso a la Información Pública ha puesto el dedo en la llaga: la ley es vigorosa, inclusive adelantada para el grueso del país, sin embargo, hay actores de la vida pública que se han mostrado renuentes a cumplirla. 

La reticencia, en primer plano de los partidos políticos, es parte de un paisaje cargado de corrupción y de malas prácticas que la clase política pudo esconder durante décadas en el antiguo régimen. En aquel entonces la luz no llegaba a las entrañas del quehacer público. 

Bien lo dice Flores Mier: “los partidos políticos desgraciadamente ahorita no se han puesto la camiseta de la transparencia en general”.

Ante esa coyuntura bien vale la pena hacer hipótesis sobre si la ciudadanía decidirá castigar a los opacos, a quienes apuestan por ocultar su actuar, en lugar de demostrar a la transparencia como una fortaleza. 

El diagnóstico del zar de la transparencia es claro: no nos faltan leyes, nos falta acatarlas o aplicarlas. 

Si un mensaje ha quedado claro para los partidos en los últimos comicios a nivel nacional es que la gente está cansada de algo: la corrupción. 

¿Qué pasará por la cabeza de los dirigentes partidistas que apelan por ocultar su actuar público, en lugar de transparentarlo?

La mentalidad anclada en atavismos no les ha permitido identificar que la transparencia más que un grillete puede ser el boleto hacia la obtención de resultados positivos en los procesos electorales por venir. 

Esta misma semana, el ICAI adelantó que ya preparan un micrositio en su portal en donde los candidatos a algún puesto público en Coahuila deberán hacer su declaración 3de3.

Ésta ha sido un gran triunfo de la sociedad civil a nivel nacional, y que se replique en Coahuila debiera ser aquilatado por todos. 

El engranaje está casi listo, pero habrá que esperar la reacción que tengan los aspirantes hacia 2017. 

Porque lo hemos dicho en este espacio en varias ocasiones, la sociedad busca los mejores perfiles con las mejores prácticas para que se hagan cargo de los puestos públicos. Y la transparencia es una de esas prácticas más que deseables. 

Ojalá que así lo entiendan. Por el bien de todos.