Complicidades o calumnias
Fue sorpresa mayúscula leer que Humberto Moreira mandará una iniciativa de ley para hacer que el fuero desaparezca. Sorpresa porque en estos días de encarcelamientos de exgobernadores, casualmente él mismo es un exgobernador que ha sido señalado como corrupto, y ahora exigiría que se terminen los beneficios legales de los políticos cuando están en el ejercicio del poder. Es decir, que los poderes en las entidades del país se vuelvan contra los causantes de delitos aun cuando esto vaya contra ellos mismos. Es posiblemente el fuero constitucional el origen del mal. 

¿Qué hubiera pasado si desde que se conocieron los ilícitos de Duarte, las policías de Veracruz o un fiscal anticorrupción hubieran actuado? ¿Por qué esperar al término del gobierno?  ¿No existen las instituciones y los mecanismos legales para prevenir y castigar el mal uso de los recursos públicos? Estas interrogantes nos pueden llevan a pensar en complicidades. La inacción de las dependencias que velan por la transparencia podría hacernos concluir que los señalamientos hacia políticos como el propio Moreira, son simplemente venganzas de presidiarios o, peor aún, calumnias de periodistas.

Sin embargo hay hechos determinantes. La deuda de Coahuila es ahora infinitamente superior a los niveles que tenía cuando Humberto Moreira asumió el poder, alguien debería de responder y la autoridad federal en primer lugar y también los diputados locales, los de entonces y los de ahora nadaron de muertito cuando surgieron las denuncias. Excepto los panistas, el resto no levantó la mano y más bien el dedo lo utilizaron para exonerar al sospechoso. Por eso asistimos a un nuevo episodio de persecución, encarcelamiento y proceso de extradición de un tramposo, cínico y además bien sonriente, que burló la ley. 

La última y nos vamos
Los candidatos se fueron de vacaciones o los días santos no son para campañas políticas. Esperaba encontrarlos en los balnearios, en Parras, Arteaga, la Presa de la Amistad o en los festejos religiosos de Torreón en el Cristo de las Noas, Viesca y su viacrucis, o por lo menos en el Barrio del Ojo de Agua. Porque todos alegan que son parte del pueblo, y pues las grandes mayorías anduvimos por esos rumbos y de los candidatos ni sus luces. Nadie espera que te larguen un discurso o un ramillete de promesas mientras te diviertes o descansas con tu familia, pero es prometedor que los iluminados y sufridos aspirantes se dejen ver comportándose como cualquier hijo de vecino. Creo.

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