Por Mario Valencia Hernández
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El próximo 2 de abril habrán de iniciarse las campañas electorales en Coahuila, cerrado el plazo para el registro de candidatos y alianzas y una vez que el organismo electoral emita constancias de aceptación, del 24 al 27 de marzo. Quince partidos políticos y cuatro asociaciones políticas estarán disputándose el voto ciudadano para elegir un gobernador, 25 diputados y 38 alcaldes. En los próximos ochenta y dos días, dos millones de votantes habremos de decidir el futuro de nuestra entidad para los próximos seis años.

Esta contienda política no tiene antecedentes, es la primera vez que participan candidatos independientes, presumo que podrá servir de laboratorio nacional. Porque en México ya asistimos a una elección presidencial con candidato independiente pero sin registro, en la década de los sesentas Valentín Campa fue el candidato del PCM, partido sin registro. En el 2018 habrá candidatos independientes en las boletas electorales.

En el presente ejercicio electoral coahuilense los partidos registrados presentarán candidaturas a todos los puestos de elección, sus campañas tendrán entonces una ventaja, las temáticas que abordarán serán uniformes y buscarán por supuesto que los candidatos a las alcaldías y al Congreso sumen votaciones al de la gubernatura. Los candidatos independientes a la gubernatura estarán solos en la arena. Significa que no harán campañas con slogans, frases repetitivas, sino que sus planteamientos tendrán que ajustarse a cada región según sus características, y para ello tendrán que empaparse de la problemática en cuestión. Será una verdadera hazaña que las propuestas respondan a las demandas de una población tan diversa.            

La recopilación de firmas para el registro de candidaturas demostró, por lo menos en el caso de Javier Guerrero, que los ciudadanos, independientemente del discurso, están de acuerdo en un cambio en la conducción del gobierno. Los otros independientes no lo son tanto, presumo que obedecieron a la estrategia moreirista de dispersar el voto. Estrategia que utilizaron para convencer a la comadre Mary Thelma  que participara sola. Por otra parte, el PAN y Morena tienen voto duro. Los independientes les tienen sin cuidado. Si a la convicción innegable de cambiar el rumbo del Estado le sumamos que en la campaña escucharán alternativas a su problemática regional, el anhelo de cambio se multiplicará y estaremos ante una situación de competencia real, los sin partido, ahora contarán mucho. 
La última y nos vamos

Las regiones y sus males actuales; la inseguridad en La Laguna, el hartazgo de la burocracia de la capital coahuilense por el despótico trato de los gobiernos hermanados, el desempleo en el desierto, el temor a la delincuencia en el norte, entre otras calamidades que hoy sufren las familias coahuilenses, habrán de cobrar las facturas el próximo 4 de junio. No soy pitoniso, basta con ver lo sucedido en el país en las elecciones estatales del 2015.