La protección de las áreas naturales

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La protección de las áreas naturales

Coahuila ha puesto el ejemplo en este renglón, como en el caso de la Reserva Municipal de Jimulco, en torreónCoahuila ha puesto el ejemplo en este renglón, como en el caso de la Reserva Municipal de Jimulco, en torreón

Para la protección de las áreas naturales es insuficiente el compromiso de los tres niveles de gobierno, más bien la participación ciudadana a través de organizaciones y de instancias privadas es absolutamente indispensable en este tema.

Pero ocurre que es extraordinario aquél ciudadano que se interesa en la conservación de la biodiversidad de las áreas naturales y más aún aquél que se compromete en apoyar su protección. 

A lo largo del continente americano he sido testigo de lo que han ocasionado en el hábitat los depredadores humanos que explotan recursos naturales bajo el argumento de generar empleos y utilidad económica como es claro en la región de la Patagonia correspondiente a Argentina.

En ocasiones he atestiguado que quienes en México son propietarios de tierras ejidales, las venden a precios irrisorios porque aunque muchas de estas propiedades se encuentran en ecosistemas que deben protegerse y que representan un legado para la salud del planeta y para el futuro de sus propias familias, las malbaratan porque necesitan subsistir. 

En el contexto de la minería he visto cómo se han afectado en su integridad ecológica elevaciones montañosas, depredación asociada muchas veces a la pérdida de prácticas culturales y de oficios populares porque los ecosistemas de los que se obtienen insumos para la elaboración de instrumentos musicales, artesanías o productos gastronómicos, desaparecen por la explotación minera, como es el caso del Cerro Colorado en el municipio de Lampazos, Nuevo León. 

Y qué decir de la afectación a la salud de los trabajadores de las empresas mineras y la salud de los habitantes de las localidades en las que se desarrolla esta actividad económica. 

El desenfado e inconsciencia sigue latente en las personas del promedio y entonces cada año, sin que existan protestas contra ello, hay mayores extensiones de bosques y manglares que se destruyen, más montañas cercenadas y se presenta una mayor pérdida de biodiversidad; ante este comportamiento de brutal apatía es urgente que los ciudadanos nos pongamos de acuerdo con los gobiernos para establecer más áreas naturales protegidas.

Coahuila ha puesto el ejemplo en este renglón, como en el caso de la Reserva Municipal de Jimulco en el municipio de Torreón. En el Estado de Nuevo León existe el Parque Nacional Cumbres y recientemente se fortaleció de facto a la Sierra de Picachos como Área Natural Protegida. Me alegré mucho cuando el actual gobierno estatal se “auto demandó” para erradicar la pedrera que estaba funcionado con el permiso de las autoridades estatales salientes en esta reserva natural.

Pero hay una sierra que la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO) considera de protección prioritaria debido a su gran diversidad de cactáceas, a sus matorrales, chaparrales, bosques de pino y encino, que es la Sierra Bustamante que cuenta con 508 kilómetros cuadrados y se encuentra en el territorio de los municipios neoleoneses de Salinas Victoria, Mina, Villaldama, Lampazos y Bustamante, y en el municipio de Candela, Coahuila.  

Hace dos meses, el sábado 30 de enero, la Subsecretaría de Protección Ambiental de la Secretaría de Desarrollo Sustentable de Nuevo León, la fundación Mundo Sustentable A.C. y la Presidencia Municipal de Bustamante convocaron a la primera reunión para dar a conocer la intención de elevar a rango de Área Natural Protegida a la Sierra Bustamante. La reunión fue en el Teatro Lucy Herrera, nombre de la combativa exalcaldesa que fuera primera munícipe del PRD en el país. 

Habrá que consultar a los ciudadanos de las cabeceras municipales y de los ejidos que viven en estos seis municipios para conocer su punto de vista al respecto de proteger la Sierra Bustamante lo que no significará limitar las actividades económicas en ella, más bien aprovechar sustentablemente sus recursos naturales para promover el ecoturismo, actividad que beneficiaría directamente a los propietarios locales sin ser afectados los servicios ambientales que presta dicha sierra.

Espero que a través de consultar a los ciudadanos involucrados se llegue a acuerdos democráticos para el futuro y que los buenos líderes aparezcan para ejercitar la inteligencia colectiva de todos.