En mi colaboración anterior mencioné que reproduciría en las siguientes, parte de la conferencia que impartí en 1992, sobre la Problemática de la contaminación ambiental: Urge salvar nuestro planeta. Sin embargo, he de tomar en cuenta datos y circunstancias de lo que está sucediendo en la actualidad, por lo que me permito hacer una revisión actual del tema.

En los últimos años ha surgido una gran preocupación de jóvenes indignados en todo el mundo, que han asumido la lucha contra el calentamiento global del planeta. Estas manifestaciones provienen principalmente por la motivación y llamado de auxilio de Greta Thunberg, activista sueca de 16 años, quien lideró la primera protesta masiva de jóvenes alrededor del mundo contra un fenómeno que preocupa a muchos de su generación: el cambio climático.

El pasado 20 de septiembre se llevó a cabo una manifestación contra el cambio climático en la ciudad de Manhattan, New York, en la que participo Greta y dijo: “Si no empezamos a cuidar la Tierra ahora, morimos”. La protesta movilizó a unos cuatro millones de personas en todo el mundo, mostrando como nunca la molestia de los adolescentes. Mensajes similares se escucharon en diversas ciudades de países desde Europa hasta América Latina, en vísperas de la Cumbre por el Clima organizada por la Organización de las Naciones Unidas.

No cabe duda que la lucha contra el cambio climático que encabeza Greta ayuda, a corto plazo, porque pone el tema en el centro del debate. Pero a largo plazo podría ser efímero si quienes recibimos el mensaje no nos empeñamos en hacerlo efectivo. Su discurso ha trascendido porque los políticos en las democracias occidentales han defraudado a los votantes. Entonces, cuando aparece alguien que presenta ideas con claridad, se acude en masa a escucharla y a seguirla.

Es interesante examinar anteriores propuestas y reflexiones que, o bien contemplan explícitamente el mundo social bajo esa perspectiva de cuidado del Planeta o al menos, son compatibles con ella. Comentare brevemente cuatro enfoques diferentes al mensaje de Greta. 1.- Los límites del crecimiento, estudio promovido por el Club de Roma, en 1972. El mensaje era que si la población seguía creciendo al mismo ritmo, y la industrialización y la degradación de los recursos naturales continuaban aumentando, los límites del crecimiento serían alcanzados en alrededor de cien años; para evitarlo se requeriría de la combinación oportuna de cambios en el comportamiento del consumo, decisiones políticas y tecnologías. 2.- Los Límites del Crecimiento 30 años después, en 2004. Este documento publica la versión actualizada e integral de dos versiones anteriores, presentando una “Advertencia a la Humanidad”, firmada por más de mil 600 científicos, entre los cuales figuraban 102 Premios Nobel de 70 países, en la cual se manifestaba que: “no puede haber un crecimiento poblacional, económico e industrial ilimitado en un planeta de recursos limitados”. 3.- Una verdad incómoda, es el documental de Al Gore expresidente de los Estados Unidos, publicado en 2006, en el que  lanzó al mundo su mensaje claro, conciso y contundente: la mayor amenaza a la que se enfrenta la humanidad es el cambio climático. El documental fue premiado con un Óscar y Al Gore con el Nobel de La Paz; y 4.- Laudato Si, la carta encíclica del Papa Francisco, sobre el cuidado de la casa común, publicada en 2015, se centra en el planeta Tierra como lugar en el que viven las personas. Francisco realiza una crítica mordaz del consumismo y el desarrollo irresponsable con un alegato en favor de una acción mundial rápida y unificada para combatir la degradación ambiental y el cambio climático.

Los ejemplos anteriores ponen de manifiesto la urgencia de adoptar nuevas alternativas de forma de vivir y manejar la economía. Esto es, cambiar el modelo de desarrollo vigente, profundamente desigual y antidemocrático. La realidad, en definitiva, es que, en los primeros años del siglo 21, las señales de que los límites al crecimiento han sido traspasados ya son abundantes y cada día más consistentes. Si ése resulta ser el caso, si la población y la economía están efectivamente más allá de los límites, entonces las visiones actualmente dominantes sobre la dirección del cambio social van a verse sustancialmente alteradas.

Greta viene a recordarnos una vez más que vivimos “en un planeta limitado y que las dinámicas de crecimiento exponencial (población y producto per cápita) no son sostenibles”. Es necesario eliminar la idea de que el crecimiento ad-infinitum es lo deseable, por lo que se debe poner freno a esa inercia y sacudir los cimientos de la ambición fatal que esto ha generado. El ambicioso crecimiento de ciudades como pretenden hacer con Saltillo, nos llevara directamente al colapso ecológico.

 (Si alguien se interesa en profundizar en este tema, pueden buscar en la Web mi libro “La Sustentabilidad en las Instituciones de Educación Superior: Una Visión Holística”, que se puede descargar de forma gratuita).

rodolfogarzag630@gmail.com