La práctica del no pago de las empresas en México

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La práctica del no pago de las empresas en México

Una de las obligaciones de los ciudadanos en los países civilizados es pagar impuestos. Éstos permiten tener democracia, oportunidades y utilizar la infraestructura del país, que financiaron los contribuyentes actuales y anteriores, como autopistas, escuelas, universidades, hospitales, centros de investigación, sistema de comunicaciones, líneas aéreas, etc. Todo esto lo han pagado los contribuyentes, por lo que pagar impuestos es una buena inversión para el futuro, de cualquier país. Quienes han hecho dinero han aprovechado la infraestructura que otros contribuyentes pagaron.

Tomaré como ejemplo lo que ocurre en un club de servicios. Para inscribirte tienes que pagar una cuota y luego seguir haciendo aportaciones mensuales. Con este dinero se mantendrá el club y sus áreas deportivas, jardines, edificios, etc. De lo contrario, éstos se deteriorarán y eventualmente se harán inservibles. Las consecuencias serán en primera instancia la inconformidad de los socios, reclamos, quejas, enojos y deserciones.

Lo mismo que ocurre cuando el club no recibe las cuotas, le pasa a un país que no recibe impuestos. Se deterioran los servicios y a la larga se vuelve una anarquía en la que solamente unos se benefician, afectando a la mayoría de la población.

Si no se pagan impuestos se está evadiendo una obligación establecida en la Constitución y su cumplimiento está fuera de toda discusión ética; es una obligación y es una responsabilidad legal, además de moral.

Históricamente, México ha presentado niveles bajos de recaudación tributaria en relación con los países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y con otros países de similar desarrollo, a pesar de contar con un sistema de tributación legal y administrativamente constituido, con estructura y equipo tecnológico sistemáticamente renovado.

Algunas de las empresas privadas más beneficiadas por la condonación de impuestos son: la farmacéutica Roche, Grupo Lala, Sabritas, la petrolera Halliburton, Altos Hornos de México, WalMart, Starbucks, Domino’s Pizza, Alsea, SAB, Iusa, Club deportivo Cruz Azul, Kimberly Clark, Aeronor, Eronor, Agribrands Purina México, Urina México, Banco Credit Suisse México, Cargill de México, Fuller Mexicana Holdings, Grupo Proeza, House of Fuller, Hewlett-Packard México, Metalsa, Premiere Products México y Volkswagen de México, entre otros.

Entre las empresas amparadas para no revelar los montos de sus condonaciones figuran los principales bancos, televisoras, farmacéuticas, empresas automotrices, mineras, tiendas departamentales y hasta equipos de futbol. Este grupo de empresas concentran buena parte de las condonaciones y cancelación de adeudos fiscales, con un monto mayor a 100 mil millones de pesos (5 mil millones de dólares aproximadamente).

Por otro lado, hay empresarios, agricultores, profesionistas y otros que no pagan impuestos o los pagan de manera parcial. Muchas de estas personas han decidido tener dinero en efectivo en sus casas –literalmente escondiéndolo bajo la cama, por el temor de que el SAT se entere– a través de los bancos– de los ingresos correspondientes no reportados. Muchas de estas personas odian a la 4T.

Lo cierto es que nos enfrentamos a una muy enraizada cultura de incumplimiento fiscal, en parte por la aplicación del artículo 28 de la Constitución que le permitía al SAT condonar impuestos, pero principalmente por irresponsabilidad ciudadana.

Felipe Calderón y Peña Nieto dejaron de recaudar 745 mil millones de pesos. Actualmente hay 15 grandes contribuyentes que deben 50 mil millones de pesos a la Hacienda pública.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, calificó como una medida injusta la condonación de impuestos en sexenios anteriores. Y dijo que “eso fue un mal sueño. Fue como una pesadilla”. Para contrarrestarlo, envió una propuesta al Congreso para modificar el artículo 28 de la Constitución e impedir la condonación de impuestos, la cual fue aprobada el pasado mes de marzo.

Para el ejercicio fiscal 2020, el gobierno pretende obtener 3 billones (millones de millones) de pesos a través del pago de impuestos de los contribuyentes.

Es importante entender que estamos viviendo un nuevo régimen de gobierno y un nuevo Presidente del País (o de nuestro Club, de acuerdo al ejemplo del inicio de este articulo), en el que todos los mexicanos somos socios. Y para tener buenos servicios, todos debemos cumplir con las leyes y/o estatutos.

Me pregunto. ¿Por qué se enojan los que debían pagar y no pagaban, y ahora se les obliga a hacerlo?

Alguna vez hemos tenido la experiencia de haberle prestarle dinero a un amigo, el cual se molestó cuando le tratamos de cobrar. Así están los evasores de impuestos. No cumplen con sus obligaciones, pero sí utilizan los servicios que les ofrece el País. Si se les cobra, se enojan y en ocasiones reaccionan con odio, coraje y/o miedo. Hay quienes pretenden derrocar al régimen porque afecta a sus intereses. Pero quieren utilizar los beneficios que les ofrece el País. Me pregunto, ¿eso no es mezquindad?