La Policía Federal cuenta con mil agentes menos que al iniciar sexenio, con todo y Gendarmería
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La Policía Federal cuenta con mil agentes menos que al iniciar sexenio, con todo y Gendarmería
Por Arturo Angel (@arturoangel20) para Animal Político
La Gendarmería Nacional que prometió el presidente Enrique Peña Nieto como una estrategia para abatir la violencia, se quedó muy corta. Planteada como una nueva fuerza que tendría 40 mil elementos, terminó convertida en una división más dentro de la Policía Federal, con menos de cinco mil efectivos.
No solo eso. Para conformarla se tomaron elementos de otras divisiones de la Policía Federal que ya existían – algunas claves como las de investigación e Inteligencia – y hoy, en conjunto, dicha corporación tiene casi mil elementos menos que antes del inicio de sexenio.
En marzo de 2013 el entonces comisionado Nacional de Seguridad, Manuel Mondragón y Kalb, calculaba que al finalizar el sexenio la Policía Federal tendría al menos 60 mil elementos, mientras que la Gendarmería contaría con 40 mil efectivos. Es decir, una fuerza total de más de 100 mil personas.
Pero datos obtenidos vía transparencia por Animal Político arrojan una realidad muy distinta. En 2012, último año del sexenio de Felipe Calderón, la Policía Federal contaba con 38 mil 285 elementos (sin que aun existiera la División de Gendarmería). En tanto en 2018, ya con la División de Gendarmería incluida, la Policía Federal reporta un total de 37 mil 293 elementos.
Es decir, el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto concluye con mil policías federales menos que antes de arrancar, y con 60 mil agentes por debajo de la meta planteada por Mondragón y Kalb.
Sobre este tema el actual comisionado de la Policía Federal (y quien fuera el primer jefe de la Gendarmería), Manelich Castilla, reconoció que lo deseable es contar con un mayor número de elementos, aunque sostuvo que hoy se privilegia la capacitación en vez de un crecimiento desordenado.
Accidentado arranque y debilitamiento en otras áreas
Una de las promesas de campaña del presidente Enrique Peña Nieto fue la creación de la Gendarmería Nacional, que sería una nueva fuerza de seguridad en el país con disciplina e instrucción militar, y que tendría como misión reforzar la vigilancia en aquellas zonas consideradas como focos rojos de violencia.
En 2013 el comisionado Nacional de Seguridad, Manuel Mondragón y Kalb, detalló que la Gendarmería sería en realidad una división más de Policía Federal, la cual arrancaría con una fuerza inicial de 10 mil efectivos, que crecería a 40 mil al finalizar la administración del presidente Peña Nieto. Para su puesta en marcha se autorizaron, en el presupuesto del ejercicio fiscal 2014, más de 4 mil 500 millones de pesos.
La Policía Federal inició entonces los programas de reclutamiento de futuros gendarmes pero estos no dieron el resultado esperado. Primero porque la mayoría de los aspirantes que se postulaban querían ser policías federales, no gendarmes, y segundo porque muchos cadetes no superaban los procesos de control de confianza.
Se ordenó entonces otra estrategia: reclutar a elementos de otras divisiones de Policía Federal para incorporarlos a la nueva División de Gendarmería. De acuerdo con la abogada Reyna Velasco – quien ha llevado la defensa jurídica de múltiples policías federales – esto se intentó con ofrecimientos de ascensos, pero en algunos casos con amenazas también.
“A personal de la División de Seguridad Regional les ofrecían incluso darles un cargo y un grado solo por pasarse de un lugar para otro, por cambiarse de uniforme literal. Pero también había casos como el de elementos de la División de Investigación y de Inteligencia a los que les dijeron que si no se pasaban a la Gendarmería tendrían que presentar su renuncia” dijo la abogada.
¿El resultado? La División de Gendarmería arrancó a finales de 2014 con un estado de fuerza inferior a cinco mil elementos, es decir, la mitad de lo que se había prometido.
Los datos oficiales proporcionados por la corporación vía transparencia muestran que el nacimiento de esta nueva división coincide con el decremento del estado de fuerza de otras divisiones de Policía Federal, lo que confirma la versión de que se tomaron elementos de otras áreas.
Por ejemplo, la División de Inteligencia de Policía Federal cerró el 2014 con 3 mil 72 elementos, casi 400 elementos menos que el año anterior; la División de Investigación cerró ese año con 1 mil 361 elementos, 150 menos que el año anterior; la División de Fuerzas Federales cerró con 14 mil 744 efectivos, mil menos que el año anterior, y la de Seguridad Regional concluyó 2014 con 8 mil 540 elementos, que fueron 600 menos que en 2013.
Fracaso en tamaño… ¿y en resultados?...