A la patria se le sirve, no se le cobra

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A la patria se le sirve, no se le cobra

El Gobierno federal finalmente publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) la nueva Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos, mejor conocida como Ley de Salarios Máximos, la cual establece que ningún funcionario podrá ganar más que el Presidente y se da fin a las pensiones que reciben los expresidentes. El presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, recibirá $ 108 mil pesos mensuales y más de 35 mil burócratas reducirán su sueldo. Según la norma, los sueldos se establecerán anualmente en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) mediante tabuladores de remuneraciones mensuales, con los límites mínimos y máximos de percepciones ordinarias netas mensuales.

En la nueva legislatura, el 46 por ciento de los actuales senadores y diputados no tiene título universitario y los sueldos que han estado percibiendo anteriormente son escandalosos. Resulta desproporcionado que la remuneración mensual de cada uno de los senadores y diputados federales, estatales y regidores sean muy superior a la de cualquier académico en las universidades, más aun si se tiene en cuenta que para obtener estos puestos políticos solamente se requiere ser mayor de 21 años y ni siquiera haber terminado la preparatoria. El sueldo mensual promedio neto de un senador en 2018 es de 164 mil 480 pesos; el de un diputado es de 119 mil 699.75 pesos y el de un regidor en Saltillo de 57 mil 801 pesos. Todos ellos reciben adicionalmente, diferentes tipos de prestaciones.

En un acto de rebeldía, los 11 ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), rechazaron reducir su salario como medida de austeridad. De acuerdo a un documento –entregado por la Corte a la organización Somos más– indican que bajar el sueldo de los ministros sería inconstitucional, pues sus ingresos se rigen por el principio de irreductibilidad del artículo 94 de la Constitución, según reportó el diario Reforma. Cada ministro de la SCJN gana 520 mil pesos mensuales netos y aseguran que no pueden reducir sus sueldos, porque éstos contribuyen a que no estén tentados a ser sobornados. Con esto dan a entender que el dinero es el factor clave para sostener su honestidad ¿Y los principios, y la moral, y la ética? ¿Cómo debemos entender esto? ¿Si los señores no tuvieran esos descomunales sueldos, podemos entender que se “permitirían” doblar la vara de la justicia? ¿Y dónde quedaron los valores que se supone los distinguen y por lo que han sido seleccionados para ocupar esos puestos? ¿Debemos entender entonces que los ministros de la SCJN necesitan dinero para ser honestos, éticos y morales, para que sus principios los rijan? Esto es para Ripley.

Lo anterior nos hace pensar, que cuando no ganaban esas cantidades la báscula de la justicia se inclinaba según el peso en oro sobre el platillo. La moraleja es: ¿En manos de quiénes hemos estado?

No son pocos los servidores públicos que han manifestado su desacuerdo con la reducción de su salario, alegando derechos laborales y prestaciones que se verían mermados por esa decisión. Parece que se les olvida que el artículo 128 constitucional establece que: “Todo funcionario público, sin excepción alguna, antes de tomar posesión de su encargo, prestará la protesta de guardar la Constitución y las leyes que de ella emanen”. Si nos les parece, deberán dejar el puesto a su suplente o esperar a terminar su cargo y se nombren otros servidores públicos en su lugar. Es importante señalar que el compromiso de campaña de Lopez Obrador de reducir su sueldo y que ningún funcionario público pueda recibir remuneración por el desempeño de su función, empleo, cargo o comisión, mayor a la establecida para el Presidente, forma parte de una reforma constitucional del artículo 127 (fracción 2) aprobada en agosto de 2009, en el sexenio del panista Felipe Calderón, la cual obviamente nunca fue aplicada.

Si en realidad estamos convencidos que México tiene que cambiar y lograr la “Cuarta Transformación” de la vida pública de México, se cumplirá con “Austeridad republicana”, que deben aplicar los verdaderos mexicanos comprometidos con el cambio. Aquí se debe aplicar una frase célebre del general Vicente Riva Palacio a Benito Juárez, cuando se presentó en el Palacio Nacional después de haber estado cinco años en las montañas de Michoacán. El general le dijo a Juárez que quería volver a su vida de escritor; a lo que Juárez le responde: “Está bien, general, deje el generalato, pero le debemos cinco años de sueldo”. La respuesta de Riva Palacio fue contundente: “A la Patria se le sirve, no se le cobra”. (https://www.mimorelia.com/la-patria-se-le-sirve-no-se-le-cobra-paco-igna...)

elcisne2002@prodigy.net.mx

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