La Patria
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Lo siento, no deseo hablar de Donald Trump ni de Enrique Peña Nieto. Los sucesos de los últimos días “todos con nuestro Presidente” y “muera el tirano” son demasiado plásticos como para tener la suficiente lejanía y articularlos en una interpretación. Soy muy patriota y amo a México tanto que no puedo darle mi firma a Peña Nieto, menos un cheque en blanco. Napoleón llegó a Egipto y dijo a sus soldados, ante la pirámide de Keops: “40 siglos os contemplan”. Adapto su dicho: “cuatro años de fracasos, corrupción, ignorancia y errores nos contemplan”. Creo que estamos frente a dos mandatarios parecidos en cuando a su forma de razonar y, más, por su soberbia. Supuestamente se ofendieron, se contentaron, Trump arreció sus ofensas y de acá se le extendieron los brazos.
Empecé diciendo que no hablaría de ellos y lo hice. ¡La cagué y pido perdón por eso! Voy a la idea central, la Patria, el lugar de los padres, la tierra donde reposan los antepasados, la de no pocos héroes, poetas, científicos, mujeronas de primera… Traigo a cuento la declaración de Independencia que hizo el Gobernador de la Nueva Extremadura de Coahuila, en Monclova, en 1821, un español, por cierto. Lo escribo aquí de memoria pero de que lo dijo, lo dijo. Llamó a la gente distinguida (curas, militares, ricos, burócratas, alcaldes de poblados cercanos) y les exigió “jurar fidelidad a la Nueva Nación Mexicana”, nada menos. Y añado que todavía en la Ciudad de México no se atrevían a decirlo oficialmente. Un español sintió que dejaba su patria (la de sus padres) para ser fiel a su nueva Patria.
Al invocar el pasado (y pido perdón, por ser historiador) no deseo olvidar que ahora vivo el presente, el de todos los mexicanos. Un presente que no merecemos puesto que somos ciudadanos de una Nación riquísima, tan rica que no se la han acabado ni los ricos ni los políticos. Al parecer hoy en día son casi la misma cosa y los mismos, con excepciones gloriosas.
De la problemática actual han surgido muchos grupos de mexicanos que no quieren dejar pasar el tiempo para luchar por algo diferente. He hablado algunas veces de los capitalinos con cierto dejo de ironía. Hoy creo que nos han estado mostrando con hechos que la sociedad civil tiene un papel de primer nivel en la recuperación de la Patria (de nuevo en mayúsculas). Desde el desgraciado terremoto en que los chilangos dejaron de lado al Gobierno y resolvieron sus problemas hasta el gasolinazo y ahora su Constitución. ¡Son un ejemplo!, no nos hagamos locos.
Además de tener ideas es preciso realizar actos concretos. “El Bronco”, con toda la guerra que la ha hecho la Federación, logró que Rodrigo Medina de la Cruz tocara la cárcel y apareciera su foto con el uniforme de recluso. No creo que lo encarcelen, pero eso que sucedió es un principio. Ahora le faltarían a Peña Nieto varios exgobernadores más. ¿De veras no encuentra al de Veracruz, al de Tamaulipas y a otros priístas?, ¿nada más los panistas le gustaron? Algo es algo, los panistas también deben ir a la cárcel pero acompañados, para que ahí se platiquen los próximos 30 años sus manejos, trucos, actos de magia (desaparecer miles de millones, ¿no es un milagro?)
Y ya que el poder judicial ha brillado por su incapacidad, vemos que la sociedad civil empieza a encontrarle fisuras al edificio del Gobierno. Por ello hago diferencia entre Nación y Patria. En ésta resuena un himno de libertad que mueve nuestro corazón.
Algunos coahuilenses empiezan a despertar de su modorra. Nunca será tarde. En determinados asuntos intervienen con cierta fuerza. Hay casos de suma entrega y valentía. Un ejemplo, pues no cabe más información: el caso de la organización independiente por los desaparecidos en Coahuila. Se trata de un grupo que en su mayoría está compuesto por mujeres. Algunas perdieron algún familiar hace 10 u 8 años. No se han resignado. La mayoría de ellas sabe que su deudo ya no aparecerá, pero luchan por todos, por los que ni siquiera tienen quien los recuerde, por aquéllos de los que se conserva una hebilla, un zapato, una mandíbula, una foto. Ellas son tan dignas que pelean por gente que vino del sur y que en Coahuila desapareció. ¡Vaya que son heroicas!