En México cuando pensamos en pasión y emoción por ver al equipo favorito alzarse con la victoria pensamos inmediatamente en futbol, el deporte de las masas. Sin embargo resulta gratificante cuando los gritos de apoyo y la adrenalina por alcanzar el triunfo son provocados por una competencia robótica.

Del 21 al 24 de marzo, Torreón fue nuevamente sede del certamen First Laguna Regional, competencia de robótica traída a la ciudad por Peñoles, que así reafirma su compromiso por la educación pero sobre todo en apoyar a los jóvenes a desarrollar su creatividad a través de la tecnología.

Por segunda vez tuve la oportunidad de ser testigo de esta competencia que tiene como sede el Tecnológico de Monterrey, aunque ya había vivido la experiencia no deja de sorprenderme que robots creados por estudiantes de preparatoria despierten la pasión que tal vez se pueda comparar con la emoción del gol del equipo favorito, el jonrón que lleva a la victoria o tu canción favorita.

Aunque el gasto en ciencia y tecnología en México ha crecido de manera sostenida, todavía es muy bajo si se compara con los recursos destinados por las naciones más competitivas del mundo. Incluso nuestro país es de lo que menos recursos invierten en tecnología e incluso donde hay menos cantidad de investigadores en relación con el número de habitantes de acuerdo al Informe de la Unesco sobre Ciencia hacia 2030.

En este escenario resulta por demás gratificante hacerse un lado cuando se escucha el grito de “Robot, robot”, que el que lanzan los competidores cuando van caminando por el pasillo que los conducirá al escenario principal donde deberán luchar por la victoria que los llevará al certamen mundial.

Resulta emocionante ver 91 equipos integrados por adolescentes que se apoyan entre sí para alcanzar el triunfo caminando de la mano de la tecnología. Aquí no importa los estratos sociales, todos se apoyan, tampoco hay diferencia de géneros, muchachos y muchachas por igual toman el desarmador, el taladro, unen cables y presumen orgullosos sus creaciones. 

En esta ocasión fueron 40 equipos laguneros los que se enfrentaron a otros 51 grupos originarios de 16 diferentes estados de la República. A Torreón llegaron jóvenes de San Luis Potosí, Ciudad de México, Guanajuato, Querétaro, Durango, Coahuila, Puebla, Sinaloa, Tamaulipas, Nuevo León, Chihuahua, Jalisco, Sonora, Oaxaca, Zacatecas y Estado de México, todos unidos por la pasión de la robótica.

De acuerdo al estudio de la UNESCO las empresas en México invierten poco en tecnología, mucho menos en apoyar a jóvenes estudiantes que no trabajan para ellos aunque en el futuro pudieran ser parte de su mano de obra calificada. Por eso debe destacarse el hecho de que en los últimos 6 años, Peñoles ha apoyado a mil 925 jóvenes de La Laguna que se han acercado a la ciencia a través de la robótica. Tan sólo en este último certamen patrocinó a 15 equipos.

Para dimensionar la importancia de un certamen de este tipo es importante señalar que a nivel mundial, la competencia FIRST reúne a más de 60 mil jóvenes de 26 países, que conforman más de 3 mil 350 equipos de robótica.

El impacto en la sociedad de una competencia de este tipo va más allá de una fiesta de 3 días. Sobre todo si se toma en cuenta la afirmación hecha por Fernando Alanís Ortega, director general de Industrias Peñoles, de que actualmente en México, existe un déficit de ingenieros, ya que de los alumnos que egresan de las universidades del país, solo el 8 por ciento sale de alguna ingeniería, mientras que en China egresan 500 mil ingenieros, eso es el 50 por ciento de la matrícula que sale de todas las universidades de aquel país que ha tenido un desarrollo impresionante.

Quienes hoy compiten en FIRST mañana tendrán el futuro de nuestro país en sus manos y sin duda es gratificante, pero sobre todo esperanzador, ver como los jóvenes se emocionan con la tecnología y no dudan cuando dicen que es la robótica es su gran pasión en la vida.

@lharanda