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La obesidad puede transmitirse a través del esperma
Un reciente estudio publicado en la revista Cell Metabolism y llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Copenhague (Dinamarca) ha resuelto que el peso de un hombre afecta a la información hereditaria contenida en el esperma, lo que ayudaría a explicar por qué los descendientes de padres obesos tienen más propensión a sufrir de obesidad.
Independientemente del peso corporal de la madre, la obesidad en el hombre ha resultado ser una causa heredable de trastornos metabólicos como la obesidad o el sobrepeso. Para llegar a esta conclusión, los expertos se inspiraron en un estudio previo en el que la disponibilidad de alimentos durante una hambruna está asociada al riesgo -o la falta de él- de enfermedades cardiometabólicas en los descendientes. El estudio concluyó que el estrés nutricional de los abuelos fue transmitido a través de marcas epigenéticas a los nietos.
Partiendo de esta base, los científicos compararon las marcas epigenéticas específicas del esperma de 13 hombres adultos con peso saludable y de 10 con obesidad. Los resultados revelaron que las células de esperma de los hombres obesos poseían distintas marcas epigenéticas que las de los hombres delgados, sobre todo, en el ARN asociado al control del apetito.
Con objeto de profundizar en estos resultados, los expertos analizaron el efecto de la cirugía bariátrica sobre la epigenética de esperma con 6 hombres sometidos a cirugía de pérdida de peso. Estudiaron el impacto en su esperma y descubrieron un promedio de 5.000 cambios estructurales en el ADN de estas células de esperma (tanto antes de la cirugía, inmediatamente después como un año más tarde), lo que evidenció, de nuevo, la importancia del peso corporal en este extremo.
“Nuestra investigación podría llevar a cambiar el comportamiento acerca de la pre-concepción del padre. Es de conocimiento común que cuando una mujer está embarazada, debe cuidar de sí misma, no beber alcohol, mantenerse alejada de los contaminantes, y así sucesivamente. Pero si la implicación de nuestro estudio es cierta, entonces las recomendaciones deben ser dirigidas también hacia los hombres”, explica Romain Barrès, líder del estudio.