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La obesidad en México crece, ¿funcionan los impuestos a bebidas azucaradas?
Ciudad de México.- Las bebidas azucaradas se han convertido en un fiel compañero de los mexicanos. Una comida familiar está incompleta si en la mesa no se tiene una botella de 3 litros de alguna gaseosa y por ello, se ha mantenido un debate profundo entre diversos sectores de la sociedad sobre la relación del consumo de refresco y la obesidad en México, así como el impacto en la salud.
Y los hechos hablan por sí solos, ya que según los datos más recientes aportados por la Organización Mundial de la Salud (OMC) y el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), revelaron que en promedio cada mexicano bebe 163 litros al año, un equivalente a 1.3 latas al día.
Cifras que tienen en alerta a las autoridades, ya que el consumo de refresco y la obesidad en México van a la alza y estos hábitos han ocasionado que el 72.5 % de los mexicanos, mayores de 20 años, presentan obesidad o sobrepeso, según Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) elaborada por la Secretaría de Salud (SSA).
Sin embargo, para la a Asociación Nacional de Productores de Refrescos y Aguas Carbonatadas (Anprac), el refresco no es el causante de este problema, ya que según este organismo “se trata de una problemática multifactorial compleja que requiere soluciones desde diferentes áreas y niveles de gobierno, iniciativa privada y sociedad”.
Además, la Anprac considera que los Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IESP) a las bebidas azucaradas, no han tenido un impacto real para conseguir una disminución en el consumo de refresco y la obesidad en México.
“Este impuesto ha sido ineficaz para disminuir el consumo, aunque es ineficaz en la salud ha resultado una gran medida recaudatoria, afecta las familias más pobres”, señaló esta asociación según lo recabado por Notimex.
Y una de las causas del incremento tanto de la obesidad y las enfermedades asociadas, además del consumo de bebidas azucaradas, se puede relacionar al cambio de hábitos alimenticios de las familias mexicanas.
La ingesta de refrescos y bebidas azucaras, un alto consumo de carbohidratos, la proliferación de los restaurantes de comida rápida, la falta de ejercicio y una actividad física constante, han propiciado que 49 millones 382 mil mexicanos mayores de 20 años presenten sobrepeso u obesidad, de acuerdo a la ENSANUT 2016.