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‘La Noche del Demonio: La Última Llave’, terror sólido
Si existe un género propenso a dar secuelas, ese es el terror. Esto es un hecho, por encima de otros géneros cinematográficos, cuando una película de horror es exitosa, es casi seguro que vamos a tener una segunda parte y si se puede una tercera y una cuarta. Sucede desde tiempos inmemorables, pasando por clásicos como “Psicosis” (1960) o “El Exorcista” (1973). “La Noche del Demonio” (“Insidious”) no es la excepción. Lo extraño es que a pesar de estrenar su cuarta película, “La Última Llave”, no ha dejado de entregar buenos sustos, guiones bien trabajados y excelentes actuaciones.
Es común que conforme avanzan las franquicias de terror se va perdiendo calidad, pero este no es el caso. Esta cinta de casa embrujada sigue teniendo mucho cuidado en lo que hace, además de un claro y palpable amor por el género.
La cinta es una secuela de “Insidious: Chapter 3” y se ubica justo antes de la primera película. Como en la anterior, nos enfocamos en la investigadora paranormal Elise Rainier (Lin Shaye), quien tiene un nuevo caso mucho más cercano a su vida personal. Un hombre atormentado por un demonio maligno solicita sus servicios, el problema es que la casa donde vive fue el hogar de Elise cuando era niña. Ahí sufrió no sólo por tener poder de comunicarse y ver espectros desde pequeña, sino con un padre abusivo que no aceptaba que su hija pudiera hablar con espíritus. En esta ocasión, Elise no sólo tendrá que ahondar en el más allá para enfrentarse a una poderosa creatura con dedos de llave y fanático de secuestrar jovencitas, sino con demonios de la vida real y su propio pasado.
Detrás de mí, en el cine, se sentó un grupo de muchachas risueñas y platicadoras. Me pareció que llevaban cervezas a escondidas, pero no puedo asegurarlo. Estaban eufóricas y dispuestas a divertirse. Cuando comenzó la película y ante la primera escena cargada de un excelente manejo de la tensión (un arranque fabuloso para esta cinta, que bien podría verse como un cortometraje individual) las mujeres rieron, suspiraron y gritaron a voz en cuello para luego estallar en carcajadas. A veces se nos olvida que las películas de terror son para divertirse. Muchas personas, por ejemplo, no conciben que existan comedias dentro de este género. No quiero decir que “La Noche del Demonio: La Última Llave” lo sea, pero esas jóvenes fueron un excelente ejemplo del terrorífico buen rato que se puede pasar en el cine con esta película.
Y semejante reacción no es gratuita. Esta es una cinta de terror hecha con todo el cuidado del mundo, sin ser barata, ni desinteresada, ni asumir que tiene el éxito ganado por tratarse de una cuarta entrega. Cuenta bien un relato de terror sólido y eso es digno de aplaudirse. Su gran acierto es no perderse en sustos fáciles, sino tomar su elemento más fuerte y contar una buena historia. Con dicho elemento me refiero a la actriz Lin Shaye, en quien la franquicia comenzó a enfocarse desde la entrega anterior. Y Shaye brilla como nunca. Sin duda, estas cintas le han dado espacio para sobresalir, luego de interpretar numerosos papeles secundarios en cintas del género. Con esta nueva película nos entrega una actuación memorable.
El guion de la cinta fue escrito por Leigh Whannell, quien hace el personaje de Specs en todas las cintas y también ha escrito todos los guiones de las anteriores, además de dirigir el “capítulo 3”. En la dirección ahora entra Adam Robitel, cuyo único crédito anterior al mando de una película es “The Taking of Deborah Logan” (2014). Creo que hacen un buen equipo, si bien el segundo podrá no tener gran experiencia, al menos sus créditos son dentro del horror. Pero Whannell le ayuda bastante.
Desde la historia del pasado de Elise hasta cómo se desarrolla hasta el tiempo actual, se nota que le puso mucho cuidado. No es para menos, pues es claro el infinito cariño que le tiene a esta saga y a sus personajes, siendo él mismo uno de ellos. Quiero decir que, si bien este podría ser un producto innecesario para vender, al menos está en manos de personas a las que les importa.
Y cuando se hace algo con calidad y cuidado, no importa que se trate de una cinta genérica de casa embrujada, va a funcionar. James Wan revivió el género en tiempos modernos con “The Conjuring” (2013) y la propia “Insidious” (2010) y aquí se nos demuestra que a este subgénero todavía se le puede sacara provecho e incluso algunos giros innovadores. Me parece que la historia de “La Última Llave” tiene un par de ideas interesantes y originales, sin dar spoilers, respecto a lo que es real y lo que no, así como el origen de la maldad. Quizá su punto débil es que no ahonda demasiado en estos aspectos y a final de cuentas se convierte en una cinta completamente fantasiosa, dejando de lado lo que se pudo convertir en algo más único.
Pero con todo, la película funciona, sabe lo que hace y lo hace bien. Tal vez pudiera abusar un poco del “jump scare”, pero al menos lo utiliza con ingenio. Destaca una escena en una tubería con unos maletines, donde se nota que el filme está jugando con nosotros. Y es efectivo. Eso es lo importante, que la película entrega lo que promete. Quizá al final se sienta un tanto genérica, pero tiene suficiente de donde sostenerse para disfrutarse mucho y ser una buena entrega dentro de una serie que todavía no nos ha dado ninguna cinta mala. Buena historia, buenos sustos, una excelente actuación y algunas ideas interesantes, hacen de esta una gran opción terrorífica en la pantalla grande.
El Dato
> Director: Adam Robitel.
> Elenco: Lin Shaye, Angus Sampson, Leigh Whannell, Josh Stewart, Caitlin Gerard.
> Género: Terror.
> Clasificación: B15
> Duración: 103 minutos.