La música: antídoto contra el estrés en tiempos de COVID-19

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La música: antídoto contra el estrés en tiempos de COVID-19

Emoción. La música puede motivarnos, relajarnos y hasta inspirarnos, por lo que en estos días es perfecto escucharla.EFE
El estrés que nos está causando la pandemia y sus efectos sobre el cerebro los mitiga la música. Gracias a ella podemos alejarnos del miedo y podemos recordar mejores tiempos

MADRID.- El doctor Salvador Martínez es director del Instituto de Neurociencias de Alicante y explicó cuáles son las causas del estrés que padecemos y cómo y por qué la música puede aliviarlo: “Al principio, se comenzó a pensar que la COVID-19  se trataba de una infección vírica de tipo respiratorio que produce síntomas de nariz, garganta, y provocaba una infección de los pulmones que acababa en neumonía”.

EN UN MUNDO CAÓTICO

Salvador Martínez añade que “esto era lo que se esperaba y lo que, en principio, se estaba asumiendo que iba a suceder. Pero algunos de los enfermos presentaban un cuadro mucho más grave, en los que las vías respiratorias daban una respuesta de una gran infección inflamatoria, lo que hacía que la posibilidad de mortalidad fuese más alta”.

Se creía que afectaba solo al pulmón, “pero poco más tarde se descubrió que causaba una trombosis, una oclusión de los vasos pequeños del pulmón y esa oclusión se debía a que había una inflamación del endotelio que recubre por dentro los vasos sanguíneos,  y que esta alteración se producía en todos los órganos, incluido el cerebro”, añade el neurólogo.

Los primeros enfermos en los que se demostró que tenían síntomas neurológicos se produjeron en Italia, que en ese momento se consideraron como leves o poco importantes. “A la hora de combatir el virus, por ejemplo, perder el sentido del olfato era una alteración de las sustancias que producen el olfato y el gusto,  debido a que la mucosa olfatoria estaba infectada”, indica el científico.

Según el doctor Martínez, “toda esta situación hizo que aumentara el nivel de estrés general. Al principio, por el miedo a la enfermedad, la incertidumbre y porque pensábamos que esta situación  iba a durar poco tiempo. Pero, conforme la infección ha ido escalando en grados y la gravedad ha ido aumentando, el estrés también lo ha hecho”.

LA ‘NUEVA NORMALIDAD’

“Tenemos que volver a sentirnos sociedad”, dice el doctor, y en ese sentido la música, para Salvador Martínez, es una de las terapias que más ayudan a evadirnos de  este tipo de situaciones estresantes. “Todo lo que es música, son tonos musicales adaptativos a los seres humanos, porque hemos entendido que esos sonidos son importantes y los hemos potenciado para que sean relevantes, porque los hemos unido a sensaciones placenteras”, indica el especialista.

“Los animales también reaccionan por instinto a todo lo que les produce un estímulo que lo asocian al placer, pero los humanos tenemos una evolución en la que convertimos esos instintos placenteros en emociones”, añade.

Pero, además, argumenta el neurólogo, “la música tiene secuencias y el ser humano es una máquina de buscar secuencias, de buscar patrones  porque, al encontrar patrones de las cosas, podemos predecir lo que viene después, como las palabras que actúan de forma ordenada,  las escalas, las notas musicales o los números”.

Para Martínez, “cuando escuchamos una melodía por primera vez que nos gusta y, además, tiene un patrón en el que, conforme van avanzando las notas, se va gozando por la capacidad que tiene de poder anticipar qué va a venir después y, repentinamente, surge algo nuevo en esa melodía, se crea una sensación de sorpresa que es fundamental como placer personal”.

EL MEJOR ANTIDEPRESIVO

“Pero también la música tiene un mecanismo de unificación porque, al final, cuando mucha gente ha cantado o interpretado esa canción,  nos encontramos dentro de un ritmo que nos permite volver a ese lugar común de la sociedad, de algo que identificamos. Es como un antidepresivo social, porque todos necesitamos apoyarnos en los demás y la música es un vínculo muy claro para establecer esa empatía social”.

Asociado a este efecto se encuentra la motivación, así, “con músicas épicas nos motivamos a hacer cosas; con músicas más relajantes nos motivamos a fluir con ella, y eso nos evade de los problemas y del momento actual”, asegura Salvador  Martínez. El director del Instituto de Neurociencias de Alicante resalta que los patrones que tiene la música son muy importantes, “porque nos ayudan a que el cerebro actúe de forma adecuada a pesar de todo lo que estamos viviendo por el COVID-19”.