La memoria de la tierra

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La memoria de la tierra

ESMIRNA BARRERA
Así como los ríos y arroyos tienen memoria y, después de que son obstaculizados por la mano del hombre, vuelven a renacer; la tierra tiene memoria

Por siglos la humanidad ha sufrido por pandemias que se han registrado en la historia, muchas de ellas diezmaron la población de manera horizontal; siendo ricos y pobres afectados con la misma intensidad.

Hoy el Objetivo de Desarrollo Sustentable 3 (Salud y bienestar) aparece en primer plano en el mundo, pero no hay que olvidar que cuando ocurren las pandemias son los más pobres los que tienen menores recursos e información para afrontarlas.

Mientras que en las ciudades mexicanas el índice de desempleo crecerá fuera de control en la economía formal y el impacto del COVID-19 aniquilará muchas de las expresiones de la economía informal; los pueblos originarios mexicanos siguen siendo muy vulnerables ante situaciones catastróficas que no respetan ni su cosmovisión ni sus tradiciones religiosas.

María Luisa Bustillos es la respetable gobernadora de Ciénegas de Norogachi en la Sierra Tarahumara, ella conoce y promueve los derechos de la Madre Tierra. Recibí el jueves pasado un mensaje de texto en el que ella busca explicaciones. No es fácil comunicarse desde ese lugar de Chihuahua más que bajando de la sierra para tener conectividad. Mi comadre María Luisa me comparte: “Hola, compadre. ¿Qué dicen de la enfermedad? ¿Habrá que posponer todo? Porque vienen las fiestas de Semana Santa y yo pienso que no es justo que por algo que se hayan inventado tengamos que posponer o cambiar todo nosotros los raramuri. No creemos en el coronavirus, es algo que podemos atacar por si nos llega, sólo aquellas personas que no respetan la naturaleza, no encontrarán la cura”.

Le contesté: “Querida comadre, no me gusta decirte esto, pero el coronavirus es una enfermedad que se está propagando muchísimo, es algo que no podemos desdeñar. De hecho, estoy en mi casa casi sin salir desde hace cinco días. Me preocupa mucho que el virus llegue allá. Este virus está acabando también con gente respetuosa de la naturaleza y de todas edades (niños, ancianos). Te suplico que con tus gobernados replantees este tema tan delicado y trascendente en relación a las actividades religiosas de Semana Santa.

“Nuestra amiga Dolores Barrientos está trabajando en su casa desde el miércoles por órdenes de Naciones Unidas y así va a permanecer por tres semanas más. La Organización Mundial de la Salud tiene expectativas difíciles para México en materia de salud. Dolores es una mujer muy fiable y nos recomienda tener todos los cuidados, la cuestión es que esto es algo que hay que informar con madurez a tu gente, que es mi gente.

“Así como los ríos y arroyos tienen memoria y, después de que son obstaculizados por la mano del hombre, vuelven a renacer; la tierra tiene memoria y está retomando su equilibrio como un renacimiento.

“El asunto no es dilucidar qué razas son las más susceptibles a contraer la enfermedad y en qué segmentos de la población existe más el riesgo de contraerla. Ni siquiera en este momento es relevante conocer con certeza el origen del COVID-19.

“Basta tomar en cuenta las muertes ya ocasionadas por la pandemia para internalizar la gravedad de la situación. Por ello me conmueven nuestros hermanos indígenas que están a su suerte, sobre todo los que están expuestos al turismo internacional como los mayas”.

Me tranquiliza un poco que, a raíz de nuestro diálogo virtual, mi comadre María Luisa, experta en gobernanza ambiental, prevendrá a su gente que se compone de cientos de personas a las que le corresponde atender, para no considerar como menor y alejado de ellos un virus que no respeta condición social, ni origen, ni cosmovisión alguna.