Ella es aperlada y su cabello fue siempre oscuro. De estatura regular y peso equilibrado su rostro guarda algunos rasgos de su ancestro, el militar Santiago Vidaurri Valdez, originario de Lampazos de Naranjo, quien el 19 de febrero de 1856 declaró la anexión de Coahuila al Estado de Nuevo León, lo que ocurrió por poco tiempo.

Recuerdo en mi niñez a esa mujer excepcional siempre vestida con trajes sastre en colores discretos y calzando zapatos cerrados. Su voz inconfundible daba órdenes pero nunca en voz alta. Sabía cómo hacer que el cuerpo de maestros de su plantel fuera ejemplar.

Vaya que sabía imponer respeto entre todos la maestra María de Jesús González Vidaurri quien nunca casó y hoy cumple 90 años de edad. Se inició como maestra empírica de 1949 a 1954, luego realizó estudios formales con especialidad en lengua y literatura española y se jubiló casi por cumplir cincuenta años de servicio.  

Ella se atrevió a finales de la década de los sesenta a llevar al coro infantil de la Escuela Primaria Monumental “José Joaquín Fernández de Lizardi” de la que era directora a cargo de 1500 alumnos. Así que llevó a 50 niños y tres madres de apoyo en un autobús hacia la Ciudad de México. Los padres de familia confiaban en la diligente maestra y respetaban sus decisiones.

¡Qué coro de niños! Ensayábamos bajo la dirección del profesor Enrique Meza Alcalá en el bello auditorio de la escuela en que se inscribía la frase “Piensa, trabaja y triunfarás” desde donde se escuchaban las bellas voces blancas. Hasta Armando Villarreal, compositor del bolero “Morenita Mía”, se detenía en las afueras del plantel para deleitarse de los ensayos en los que se entonaban temas como “Alborada”, “Por qué” y “El Jilguero”.

La maestra sabía lo que el coro era capaz de lograr artísticamente así que estando en la Ciudad de México lo llevó al programa televisivo del periodista Jacobo Zabludovsky. No había una invitación al coro por parte del comunicador pero la maestra logró a través de una de sus hijas a la que se encontró en los pasillos de la entonces Televisa, que los infantes cantaran en vivo y en red nacional.

A lo largo del tiempo he seguido en contacto con ella a quien en Higueras, Nuevo León, -su pueblo nativo-, le llaman Tita. Este municipio tuvo el nombre de Hacienda de Santa Teresita de las Higueras. El capitán Diego González fundó dicha hacienda en 1709. De este personaje desciende la maestra Tita quien ha sido galardonada con todos los reconocimientos locales y nacionales que una persona de su profesión puede obtener. Además obtuvo en 1998 la Medalla al Mérito Cívico “Presea Estado de Nuevo León”.

La maestra Tita cuenta con una gran memoria, no olvida que siendo niño le canté en el día de su cumpleaños (un 17 de enero de 1967) la canción “Quiero ver” de Ignacio Fernández Esperón (Tata Nacho) en cuya letra aparece la frase “tú te has vuelto muy esquiva, muy dada a la desconfianza”, recuerdo que aún la hace reír. 

Ya en mi adultez me percaté que tenemos raíces familiares comunes por la línea del apellido González, eso jamás lo puede haber imaginado cuando niño, ni ella misma porque nuestro lugar de encuentro fue Monterrey, Nuevo León. Es uno de esos regalos que brinda la vida y que nos hacen realmente afortunados. 

La venerable dama se pregunta con tristeza por qué la calidad de la educación primaria ha cambiado y ahora no existe respeto de los padres de familia ni de los mismos alumnos hacia sus mentores y directivos escolares. Observo su mirada directa y comprendo su desilusión porque ella fue una gran docente y directiva que dedico su vida a la enseñanza con calidad.

La sigo observando reclinada con dignidad en un sillón, tomo sus manos con agradecimiento y deseo en silencio que mantenga la salud y la luz de su inteligencia.  La Maestra Tita es una de esos pocos seres humanos capaces de instalarse para siempre en el corazón. Puedo asegurar que muchas personas tienen el recuerdo de alguien así.

Carlos GómezVaya que sabía imponer respeto la maestra María de Jesús González Vidaurri, quien nunca casó y hoy cumple 90 años de edad.