La Lobina de los Huevos de Oro

Ver por primera vez la Presa Venustiano Carranza, conocida por todos como Don Martín es impresionante. Su extensión es tal que la vista no alcanza la orilla más allá de un horizonte lleno de agua; precisamente esa inmensidad te invita a querer recorrerla en una lancha y, por supuesto, lanzar un señuelo para probar suerte en busca de un “trofeo”, el más codiciado por un pescador deportivo: la lobina, “la especie que mueve al mundo”.

Pues son precisamente sus variedades, la Lobina Negra —que habita en las aguas de Don Martin— y la Lobina Florida, las más buscadas por los amantes de la pesca deportiva a lo largo y ancho del planeta, desde Asia, África, Europa y América.

¿Quién diría que en medio del desierto coahuilense convergen dos ríos que alimentan una presa y es ahí el hábitat perfecto para este ejemplar?

Sin embargo, la falta de vigilancia por parte de las autoridades ha llegado a impactar en la población de la presa, ya que existen periodos en los que la producción disminuye por la sobre explotación de este lugar. Si bien existe una cooperativa que regula la pesca y venta de las diferentes especies que habitan en Don Martin; el problema radica en que cualquiera puede ingresar y sacar producto sin que una autoridad esté al pendiente.

“Lo malo de este asunto es que hay gente que va a llenar hieleras, porque van a Sabinas y las venden. Es un negocio”, mencionó uno de los pescadores  que promueve de la pesca responsable.

Pues, gente con “bandera” de pescador deportivo ingresa a este lugar con la intención de lucrar con la pesca del día, la cual venden en poblados cercanos. Se calcula que estos grupos furtivos se llevan más de 100 lobinas diarias. Tomando en cuenta este número, se estima que, anualmente, en la presa dejan de habitar cerca de 36 mil 500 ejemplares.

Según la Conapesca, en su Manual de Pesca Deportiva, en la Presa Don Martin cada pescador tiene permitido capturar hasta 5 ejemplares de Lobina Negra con una talla mínima de 340 milímetros de longitud, diariamente. Pero no hay autoridad que regule esta actividad.

“La lancha del inspector tiene 2 años yonqueada, parada, ahí en la presa. No han mandado al inspector los de Sagarpa. Si Sagarpa manda un inspector, o dos, y si Fuerza Coahuila es capacitada para vigilar, el problema disminuye de forma considerable”.

Buscar solución para esta problemática es una exigencia de los cientos de pescadores deportivos de los diferentes clubes que existen en Coahuila y la región. Además que se debe ver por el beneficio para las cerca de 200 familias que habitan Juárez y La Presa, población del mismo municipio, quienes podrían tener mejores ingresos a través del turismo a lo largo del año.

Y no sólo se trataría de los practicantes de este deporte en forma competitiva y los aficionados, pues “trofeos” documentados en torneos que ahí se celebran, comienzan a llamar la atención de pescadores extranjeros. Repoblar las aguas de Don Martin y proteger las especies que ya existen, sin duda, traería de vuelta los días de gloria para esta población, quienes volverían a “vivir dignamente” del turismo y la pesca comercial. Tienen en sus aguas a “la Lobina de los Huevos de Oro”, pero si no la cuidan y se sigue explotando... se acabará.

La Presa Venustiano Carranza, mejor conocida como Don Martin, es una de las 5 que existen en el estado de Coahuila, y su agua es utilizada principalmente para riego. Esta se origina en la unión entre el río Salado y el río Sabinas, en el municipio de Juárez, Coahuila.

Actualmente, Don Martin se encuentra al 82 por ciento de su capacidad, según el Sistema Nacional de Información del Agua, que monitorea las principales presas de México, y adherido a la Conagua. En promedio, se contienen 874 mil 104 hectómetros cúbicos. Años atrás en período de lluvias y de crecida de los ríos que la alimentan, la presa ha rebasado este número, llegando hasta 1 millón 322 mil 372 hectómetros cúbicos.

Antes señalado por la inseguridad, hoy la zona de Juárez es garantía de tranquilidad y lugar perfecto para la práctica de pesca deportiva; en donde se realizan algunos torneos durante el año, los cuales podrían ser más atractivos si se deja descansar y crecer las especies, provocando una importante derrama económica para las familias que viven en los alrededores.

Son decenas los clubes deportivos que instalan sus casas de campo en esta zona para llevar a cabo la práctica de pesca responsable, lo que consiste en capturar al animal, pesarlo, y regresarlo al agua.

Tan sólo el año pasado se realizaron más de 10 torneos de pesca, convocando a participantes nacionales y extranjeros, aprovechando la cercanía con Estados Unidos, y resaltando la presencia de la lobina, una de las especies más apreciadas al rededor del planeta. De hecho, Don Martín ha sido sede de torneos mundiales.

Las condiciones perfectas que convergen en la presa se deben a varios factores, uno de ellos es la minuciosa selección y sembrado de las especies acuícolas por parte del organismo de Conapesca en años anteriores.

En el sitio electrónico del organismo se exhibe el calendario de pesca en aguas interiores, en donde especifica que en Coahuila, en la presa Don Martin, lo ideal es realizar esta actividad en las fechas de Enero a Abril.

Aun cuando existe una Cooperativa que regula la pesca comercial con el fin de hacerlo de una manera autosustentable; la pesca furtiva continúa deteriorando la calidad de las especies, ya que no se siguen los lineamientos establecidos de respetar el número de ejemplares que se pueden pescar por día, y mucho menos a las crías en su período de desarrollo, o también a los ejemplares en reproducción.

Para llegar hasta esta presa, ubicada en el municipio de Juárez, Coahuila, existen varios caminos: Anáhuac, desde territorio de Nuevo León, Sabinas viniendo del norte de Coahuila, y Progreso, si se llega desde en sur del estado.

El desierto coahuilense se va tornando verde y la vegetación va tomando altura a medida que te acercas a la presa; aunque sabemos que en nuestro territorio existen pozas, estanques, ojos de agua y ríos (Don Martín nace del cause del Sabinas y el Salado) es difícil de creer que exista tanta agua (su extensión es de 29 mil 605 hectáreas aproximadamente) en medio de tierras áridas y semi áridas, las cuales constituyen la mayoría en nuestro estado.

Los mezquites, la gobernadora, candelilla y cactáceas van cambiando por nogales. Así se sabe que hay agua. Además aparecen álamos, fresnos y sauces, la vegetación que acompaña siempre a los ríos; de inmediato se puede ver que hay vida, que es un lugar ideal para establecer una comunidad. Ahí está Juárez.

A primera vista es un típico municipio coahuilense, casas de adobe coloridas y con patios muy grandes, sólo que aquí es común ver lanchas, pequeñas embarcaciones para integrarse a la principal actividad económica del lugar: la pesca.

Una pequeña Presidencia Municipal frente a la Plaza Principal, junto a ella la Cooperativa Don Martín; además de unas cuantas calles son las que componen el poblado.

No es difícil encontrar a Sergio Kobel Romania, ex presidente de Juárez y quien hoy encabeza la Cooperativa. Recibe a los visitantes y rápidamente deja ver su amor por el pueblo en el que creció. Lo conoce a la perfección y sabe de sus necesidades. No duda en pedir que se le ponga atención, sabe la necesidad de “dejarla descansar”, pero de algo tiene que vivir la gente. La población no es muy grande, especialmente porque los más jóvenes emigran a los Estados Unidos a buscar el sueño americano y sólo regresan para festejar las fechas importantes con la familia.

José Ernesto Ledezma García funge como el encargado de las ventas de la Cooperativa, quien confesó que la recolección de peces ha disminuido de forma considerable y con ello los ingresos para los pescadores y sus familias.

“La lonja es lo que compran para hacer el ceviche, es lo que nos hace un poquito más fuertes a todos los pescadores, pero volvemos a lo mismo, ahorita está muy bajo en producción y es por lo que ahorita estamos batallando”, menciona.

Asegura que no es la especie más buscada, pero actualmente es lo que se encuentra en la región, esto debido en parte a la sobre explotación que ha venido sufriendo desde años atrás.

La Cooperativa ofrece el servicio a los pobladores que se registran para realizar pesca comercial y venta, siguiendo los lineamientos establecidos. En el mismo lugar se procesan los peces, como la carpa o el besugo, a los que se les retiran las espinas y se vende en filetes, empacados al alto vacío para su consumo. El pescador recibe un pago por el producto entregado.

“Ahorita ninguna variedad de pescado está saliendo, y son las fechas en que más queremos que salga, cuando más se consume”, expresó el integrante de la Cooperativa.

Asegura que existen consumidores de pescado fresco que llegan desde ciudades como Monclova, Sabinas y Rosita; sin embargo, se sufre ya de desabasto debido a la pesca furtiva, lo que ha mermado en la población del acuífero.

“Vienen a buscar por lo fresco, te gastan hasta 800 o mil pesos de gasolina por venir a comerse un pescado fresco, pero ahorita vienen y se van enojados porque no lo consiguen; ahorita no le damos ni abasto a la misma gente del pueblito. Los mismos pescadores vienen a quererte comprar un pescado”, finalizó.

Otro de los problemas a los que se enfrenta esta represa, es el arribo de especies no nativas de la región, como es el pez diablo, proveniente de Sudamérica. Este animal fue detectado en las aguas de Don Martín desde el año pasado, lo que causa el desplazamiento de las especies originales, afectando las zonas de anidamiento.

Si bien, mismos integrantes de la cooperativa y pobladores de la zona han implementado estrategias para acabar con esta plaga, el problema sigue.

Cabe mencionar que este no es un problema exclusivo de Juárez, ya que, en el norte del Estado, en la Presa de la Amistad, con la categoría de internacional; también se ha detectado pesca furtiva, por lo que se contrató un inspector que evite que las especies no ha autorizadas salgan del agua. Sin embargo, en Juárez no hay ninguna persona designada para llevar a cabo la vigilancia en el lugar.

La Semana Santa es una de las fechas más concurridas en la Presa Don Martín, visitantes de diferentes puntos del estado y de la región, incluyendo el Sur de Texas, llegan a pasar los días de asueto en el lugar.

Pero lo que debería significar una significante derrama económica, muchas veces trae más afectaciones que beneficio.

Basura en exceso y pesca furtiva son los principales desmanes que se registran, por lo que comenzar desde ahora con la vigilancia es crucial.

Los pobladores tienen las puertas abiertas para los visitantes, pero invitan a respetar el lugar y consumir local, pues muchas veces los visitantes ni siquiera los refrescos compran en el lugar.