El multipremiado director habló al diario español El Mundo sobre The Post, su última película, y de manera casi obligada, del momento crítico que vive la industria del cine en la actualidad.

La película protagonizada por Meryl Streep y Tom Hanks trata sobre la liberación de los llamados Papeles del Pentágono por parte de The Washington Post, una importante filtración de documentos sobre la Guerra de Vietnam, cuya publicación Richard Nixon trató de prohibir sin éxito.

Pero, ¿puede una película sobre periodismo tener éxito? Las críticas a la película, más que favorables, dicen que sí.  

Cuando se le pregunta sobre si su nuevo largometraje trata sobre la libertad de  expresión, Spielberg es directo en la importancia de este tema. “La libertad de expresión en Estados Unidos está al borde del abismo en 2018. La prensa está teniendo que tratar de convencer a la opinión pública de que lo que publica es verdad, de que no es fake news”, dice.

“Nunca he visto esta cortina de humo de desinformación. […] Así que la historia de Nixon yendo a la Justicia para prohibir el derecho de la prensa a publicar noticias, es decir, literalmente a prohibir la libertad de prensa, tenía profundas similitudes con lo que está pasando ahora”, agrega.

Pero The Post es más que un comparativo entre los problemas que ha enfrentado la libertad de expresión a través de los años. También es un recordatorio del papel relevante que la mujer ha tenido para que la labor informativa no sucumba incluso ante las presiones de figuras de poder.

 “The Post trata del liderazgo de una mujer, totalmente ignorada en un mundo de hombres, y eso fue, de hecho, lo primero que me atrajo del guion, más que la relevancia de la historia en el momento actual”, menciona Spielberg.

Su respuesta toca un punto importante, más en una época en la que Estados Unidos y, particularmente, en la industria cinematográfica se estremece.

Año de cambios

Con el derrumbe de muchas figuras casi míticas, con la revelación de abusos sexuales, las preguntas frecuentes a todos los que forman parte del universo de Hollywood van encaminados a dicho tema.

Para muchos el asunto ha sido sorpresivo, generado casi de manera espontánea. No obstante, personajes como Spielberg, con tantos años en la meca del cine, no se trata de algo nuevo.

“Debería haberme sorprendido, pero no. Todos lo hemos estado viendo con el rabillo del ojo durante muchísimos años”, dice.

Sin embargo, no se limita a la burbuja del mundo del espectáculo. Spielberg reconoce que se trata de un problema extendido.

“No es sólo un problema de Hollywood. Pasa en fábricas, en granjas, en deportes, en televisiones: en todas partes. Con mujeres estadounidenses y con inmigrantes”, dijo.

Actualmente en Hollywood los acosos y abusos sexuales están siendo señalados como nunca antes. Sin duda, se trata de un momento único que transformará por completo a la industria del entretenimiento y una película como The Post, con una mujer como Meryl Streep, comprometida con la lucha contra los abusos, al frente del elenco, encaja a la perfección.

“Hollywood está en el epicentro de lo que es un punto de inflexión para las mujeres. Nunca he visto un cambio como éste. Creo que nuestros hijos mirarán a 2017 como el año en el que todo cambió en materia de acoso sexual, los años en los que el silencio se acabó y miles de voces se hicieron oír”, agrega Spielberg.

The Post habla sobre el estudio sobre la Guerra de Vietnam que el Gobierno de EU encargó a principios de los 70. En este se reveló que el conflicto bélico fue un fracaso desde el principio, y que Washington lo sabía. El informé reveló que a pesar de que se sabía todo esto desde el inicio de la guerra, esta prosiguió durante años hasta culminar en la muerte de 59 mil estadounidenses y cuatro millones de vietnamitas, laosianos, camboyanos y chinos.

No obstante, más allá de la maquinaria bélica, la película gira en torno a una mujer, Kay Graham, interpretada por Meryl Streep, dueña del Washington Post y quien se enfrentó a la Casa Blanca en una época en la que las mujeres no dirigían empresas, no iban a Wall Street y no se enfrentaban a presidentes.