Cuál ha sido la jugada más grande del Super Bowl? Quizá la recepción a una mano de Max Magee con los primeros Empacadores de Green Bay en un partido en el que no iba a jugar por indisciplinado, pero una lesión de su compañero titular le abrió la puerta al juego y a la gloria llevándose prácticamente la tarde con la mejor jugada del partido.

También se recuerda la sensacional atrapada de Lyn Swan de los Steelers ante los Cowboys en los años 70 tras de un larguísimo envío de su quarterback Tery Bradshaw en el SBXIII.

Y qué decir del espectacular touchdown de Marcus Allen de los Raiders de Oakland en el XVIII contra los Pieles Rojas de Washington en una jugada rota que comenzó como carrera por el centro, pero ante el espacio cerrado el novato número 32 corrió lateral hacia el lado izquierdo, luego hacia atrás y en una gran comba que parecía terminaría del lado derecho, de pronto corta magistralmente hacia el centro del campo y… ¡como cuchillo en mantequilla! desborda a la defensiva de los Redskins y detiene su carrera de 74 yardas en la zona de las diagonales en una de las más brillantes jugadas del Súper Domingo.

Para los aficionados de nuevo cuño aún debe estar en su mente aquella fatal decisión que los Halcones Marinos de Seattle tomaron en la Edición XLIX del Super Bowl a una yarda de ganar el juego y terminar lanzando un pase que interceptó Malcolm Butler al anticiparse al WR Ricardo Lockette. Cris Collinsworth, el comentarista de la transmisión de NBC, lo resume todo: después de la intercepción de Butler, dijo seis veces “no puedo creerlo”. Los Pats volvían a ganar.

Y finalmente en el Súper Domingo LII una recepción que maravilló a todos fue la del MVP del partido y quarterback de las Águilas de Filadelfia, Nick Foles, al entregar el balón en pitch a su corredor quien posteriormente realiza una reversible entregando el ovoide a su ala abierta y éste termina la jugada lanzando un pase a las diagonales a Foles que capturó correctamente. Fue una jugada similar a la que momentos antes había intentado Tom Brady sin éxito. Éste fue uno de los encuentros más disputados de la historia del Súper Tazón.