La (in)utilidad de la poesía

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La (in)utilidad de la poesía

Al parecer nos gusta que la naturaleza tenga forma de mueble, lavadora o foco: nos hace sentir especiales ser los únicos mamíferos con talento para convertir el mundo en chatarra


De Cosas inútiles y otros poemas. Iván Palacios Ocaña


Rafael Cessa pone en mis manos dos libros editados por la UNAM. Abro uno de ellos y se me atraviesa al azar el poema que he compartido líneas arriba. Sobra decir que me capturó. Iván ganó el premio de poesía Joven UNAM; tiene estudios de literatura en la misma UNAM que ha editado sus poemas. Nació en 1992 en Oaxaca.

En el viaja de regreso a Saltillo, termino mi tránsito por sus poemas y por las lecturas que deja ver en epígrafes y citas. Llama mi atención otro texto; su título es Romantik style (he estado leyendo mucho Hölderlin y creo que ya valí verga). Y dice:  “Cuando no había cine / y te gustaba una mujer, / la invitabas a ver las estrellas. / El smog lo hace casi imposible ( esta noche, pero mira: / ahí está Marte.”

Contrario a los deseos del poeta, me ha sido útil esta inutilidad a la que el propio poeta se adscribe, no sé si en una necesidad de desmarcarse de todo acto que no sea la libertad de la escritura. Ni sé si realmente la inutilidad sea un concepto al que ya debamos de renunciar o bien, discutir. La poesía es inútil en un mercado tasado por ganancias y pérdidas monetarias, en un mundo que busca la utilidad material. La poesía trasciende esta medición, sin embargo hay algo de que restaura, nutre; algo con lo que conversa y alimenta; en este sentido hay un gran valor en la voz poética. ¿Se pregunta si es útil el cielo que se refleja como un espejo de plata en una ciénaga anochecida?

Más delante, Iván tiene otro poema que llama La belleza de todo lo creado, cita  a W. H. Auden: “La vida es una bendición /aunque tú no puedas bendecirla”, esa cita es una revelación y un reclamo; será porque trata un tema que ha tenido una terrible continuidad en tierras veracruzanas y diversas latitudes del país. El poema dice: “Están hablando de los desaparecidos de Veracruz / y otras formas del terror. // No es que no me importe, pero mientras hablan / prefiero ver las nubes. // 

Sobre los desaparecidos de Veracruz / también se mueven maravillosas / e indiferentes.” Otro poema breve sobre esto, titulado Los jardines del palacio de gobierno: “Esta primavera también disfruta el dictador / pero son nuestros muertos / los que florecen”.

Iván Palacios suma su voz poética al concierto de poetas jóvenes que son editados Dirección General de Publicaciones y Fomento Editorial de la UNAM, con libros de diseño atractivo y, se ve, bajo costos. Con ellos puede circular la poesía a través de grupos de lectura y creación literaria como los que coordina 

Rafael Cessa, incansable filósofo que devora libros y regala prosa, novela, 
ensayo, poesía o textos híbridos e inclasificables que son uno de esos artefactos por los que  circula el pensamiento y las diversas formas de habitar el mundo; esas pequeñas ventanas de humanidad que nos traen noticias de la saludable diversidad literaria en México, entre otras latitudes.

claudiadesierto@gmail.com