Me fue muy grato enterarme que Esther Quintana Salinas se incorpora al Municipio de Saltillo en calidad de Jefa Gabinete del Alcalde Isidro López, ya que es uno de los políticos más completos que tenemos en todo el Estado. Ya que ella tiene muchas cualidades, por ejemplo: nunca rehúye a una pregunta, siempre tiene posiciones claras sobre los temas públicos, suele ser autocrítica y acepta sus errores o los de su partido, asume su rol como oposición y hace señalamientos directos sobre los desaciertos del Gobierno del Estado, así como un largo etcétera.

El nombramiento de Quintana Salinas puede tener varias lecturas, pero creo que la principal es que el Alcalde o al menos alguien de su entera confianza ya se dio cuenta de que su gobierno ha tenido un mal desempeño y que parte del mismo se debe a la incapacidad de muchos de los integrantes de su equipo de trabajo para ofrecer soluciones a los problemas públicos o peor aún, al enfoque patrimonial que le han dado algunos funcionarios a sus puestos.

Dicho de otra manera, Esther llegaría a poner orden a una casa que se encuentra patas para arriba, lo cual implica no sólo cambiar la forma en la que se toman y se comunican las decisiones del Municipio, sino que también se requerirá un reajuste en las prioridades del mismo, para que las acciones que lleva a cabo el Ayuntamiento puedan tener mayor impacto a la hora de enfrentar los problemas que aquejan al Municipio.

Su arribo también significará el debilitamiento del grupo político de Carlos Orta, que hasta el momento había dirigido la agenda municipal, por lo que no sería extraño que se den algunos relevos en varias de las áreas clave del Ayuntamiento.

Esther Quintana no sólo llega a Municipio para darle otra dinámica a la administración, también se coloca de inmediato como la única carta fuerte que tiene el PAN para tratar de conservar la Alcaldía de Saltillo, ya que el resto de los posibles aspirantes, incluido Carlos Orta, no tienen la talla para ser competitivos en una elección, en la cual el PRI partirá con ventaja, mientras que Quintana Salinas podría garantizar una elección reñida.

Lo anterior no es un asunto menor, no se puede ignorar el hecho de que la popularidad de Isidro López ha ido a la baja, incluso entre sus votantes naturales. Decisiones como la instauración de las cámaras que sirven como base para el sistema fotomultas le han generado importantes críticas de los ciudadanos, sobre todo porque su Gobierno no supo venderle a los mismos, el beneficio que éstas podrían tener en la reducción de los accidentes de tránsito.

También le ha pegado al gobierno municipal la inexperiencia del Alcalde, que lo ha llevado a cometer una serie de errores de principiante, que se han traducido en escándalos mediáticos.

El gran problema es que Esther Quintana corre el peligro de llegar a un ambiente adverso, en donde no pueda contar con los aliados suficientes para impulsar una nueva agenda dentro del Municipio, ya que varios grupos estarían interesados en sabotear cada una de sus decisiones y exponerla ante la opinión pública, para minar sus posibilidades de llegar a la Alcaldía en la próxima elección.

También los miembros del PRI estarán interesados en frenar su candidatura, por lo que no es descabellado pensar que los regidores de dicho partido buscarán cualquier oportunidad por poner trabas a la agenda que ella impulse.

Otro de los obstáculos que enfrentará Esther Quintana en su nueva tarea, es que la administración de Isidro López ya agotó muchas ventanas de oportunidad que tuvieron al inicio de su periodo, por ejemplo, no aprovecharon el proceso de reforma al sistema de transporte público que había iniciado la administración anterior, tampoco han hecho un esfuerzo importante por fortalecer a la policía municipal y no han reformado los sistemas de gestión administrativa del Municipio. Por ende, si hoy se quieren resolver problemáticas como éstas, se puede prever que la resistencia al cambio de los distintos actores, será mayor hoy que al principio de la administración.

Es decir que Quintana Salinas tendrá que enfrentar lo que se conoce como la dependencia al pasado (pathdependence), o lo que es lo mismo, la constricción de las opciones del presente derivado de las decisiones que se dieron en el pasado.

Pero a pesar de los obstáculos que tendrá que sortear, esperemos que Esther Quintana pueda desplegar todo su oficio político y su experiencia para enderezar el rumbo de una administración municipal que se ha mostrado errática en los últimos años, por mi parte, solo me resta desearle lo mejor en su nueva encomienda.

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