Si los partidos no cumplen con perfiles claros que se acerquen a las necesidades de demanda que tienen los ciudadanos, estarán lejos de agenciarse los sufragios que quedan fuera del llamado voto duro Esta semana comenzó oficialmente el proceso electoral que culminará en las elecciones de junio de 2017.

Con esto, los partidos se van acercando a la hora cero para la definición de sus candidatos, partiendo de quienes han levantado la voz para ser postulados para algún cargo público.

Esto parecería que se debiera limitar a las definiciones en las cúpulas partidistas en las que premian a los mejores portados y quienes mejores dividendos le han entregado a esas fuerzas políticas. Sin embargo, estas definiciones van más allá de la vida política interna de los partidos. 

La sociedad espera que los mejores perfiles sean quienes aparezcan en la boleta electoral en junio próximo.

Por ello, las definiciones partidista son de vital importancia para conocer quiénes serán los “gallos” de cada uno de los partidos. 

Por la historia, las definiciones del PRI y el PAN suelen ser las de mayor relieve al ser quienes ostentan la mayor cantidad de votos en las elecciones en el Estado, sin embargo, en los otros 13 partidos y los independientes también se deberá ir viendo qué derrotero se toma. 

Hoy en el PRI se han presentado cuatro perfiles que ya han levantado la mano para contender por la gubernatura, los cuatro con cargos públicos que hoy deben atender, aunque tres de ellos despachando desde la Ciudad de México en el Legislativo federal.

En las últimas semanas se han dado algunos vistazos de la manera en que el tricolor estará definiendo a su abanderado, sea hombre o mujer. 

En ese transitar, la mayoría de los aspirantes han levantado la voz sobre la falta de equidad que se avizora en el proceso de definiciones. Pareciera cuestión de enfrentamientos políticos internos, pero –volviendo al punto- va más allá de los partidos.

Por el lado del PAN, esta semana se dio un mayor acercamiento sobre el mecanismo que se implementará para elegir a su candidato. 

Con la visita de Ricardo Anaya a Saltillo se sigue afinando el método para elegir al abanderado albiazul, posiblemente a través de encuestas internas que llevarán a una definición desde el Comité Ejecutivo Nacional.

En ese tenor y con el arranque del proceso electoral, los partidos deberán ir acercándose a presentar los mejores perfiles que entre sus filas tengan. 

Es menester que la calidad profesional y personal de sus candidatos sean lo acorde a las necesidades que se tiene en el electorado. 

Ya que en la oferta electoral, si los partidos no cumplen con perfiles claros que se acerquen a las necesidades de demanda que tienen los ciudadanos, estarán lejos de agenciarse los sufragios que quedan fuera del llamado voto duro que los partidos tienen básicamente asegurado. 

Más allá de las fuerzas políticas, habrá que seguir de cerca también lo que hagan los llamados independientes. Aunque no se ven perfiles con tanta fuerza, sigue habiendo algunos aspirantes que aún no se definen si ir sin partido o a través de algún partido que decida albergarlos. 

Como decía esta semana el líder nacional del PAN: la elección en Coahuila es una de las claves para el próximo año electoral, antesala de lo que serán los comicios de 2018 en donde se renovará la Presidencia de la República.

En las próximas semanas deberemos ir viendo cómo los partidos van tomando definiciones internas que ellos aspirarían a que sean las mejores. 

Ojalá que también sean las mejores para la ciudadanía.