La feria de las vanidades políticas

Usted está aquí

La feria de las vanidades políticas

En el marco de la Feria del Libro de Arteaga (FILA), que dicho sea de paso, llega a su fin este domingo, se realizó el segundo y último debate de los candidatos a la Gubernatura de Coahuila. No es que se haya realizado en la FILA el encuentro de propuestas y ataques, éste se llevó a cabo el viernes en Torreón; pero por la ocasión de coincidir en el tiempo, más no en el espacio, surgieron varias recomendaciones para nuestros célebres políticos.

La actividad de la lectura ha decaído, ahora la mayoría de la gente lee casi exclusivamente lo que se publica en las redes sociales: vemos cómo afilan el dedo constantemente en su tablet o su smartphone, es la forma de estar informados. En las redes, dicen, está todo.

Aunque algunos políticos leen libros de pasta dura, muchos ahora lo hacen a través de un dispositivo electrónico, ebook, o un PDF obtenido en la red.

Las lecturas de los dirigentes partidistas, de los candidatos a puestos de elección popular, podrían hablarnos de su formación y de sus empeños… ¿Cuáles son sus obras preferidas? ¿Quiénes son sus autores que frecuentan? Un asomo a sus lecturas podría arrojar un poco de luz sobre el trabajo de quienes están en la escena pública, pero esta materia, con ser tan sensible, no es información obligada para publicarla en sus declaraciones de 3 de 3, ni de 5 en 5…

Durante muchos años las obras de Marx, Engels y Lenin, inclusive las de Stalin y Mao, fueron libros de cabecera de los políticos de izquierda. Aunque los libros  más leídos por quienes se adentran en el pantanoso terreno de la política son El Príncipe  y El Arte de la Guerra; el primero del florentino Nicolás Maquiavelo, es considerado por los políticos un recetario para hacerse del poder y conservarlo. Bueno, suponiendo que nuestros pobres políticos entiendan en su cabalidad todo el tramado de alusiones a la filosofía política clásica, a la mitología grecorromana y a la historia de los pequeños reinos medievales de la Edad Media, que compone el tejido de esta breve obra (Napoleón Bonaparte, por ejemplo, sí entendía todo esto). Por otra parte, la obra de Sun Tzu ha inspirado a través de los siglos a generales, reyes y ministros para aplastar a sus adversarios. Sin embargo, para comprenderlo hay que poseer al menos rudimentos de la filosofía del Tao y de la historia clásica china, materias en las cuales sería mejor que nuestros políticos tomas en clases particulares…

Una recomendación de un buen libro para los cientos de candidatos a todos los puestos de elección popular, e inclusive para los jóvenes aspirantes a escritores que en estos días acudieron a las conferencias y lecturas de la Feria del Libro de Arteaga, es Las Ilusiones Perdidas, de Honorato de Balzac; en esta obra muchos se identificarán con el joven poeta que fracasa en su intento de buscar la fama y la gloria, después de haber comprometido su honestidad, su amor propio y el resto de sus valores éticos personales...

Por estos días mucha gente se pregunta, cuando ve en los espectaculares la fotografía de la maestra Mary Telma Guajardo, candidata del PRD a la Gubernatura de Coahuila (hay que asentarlo, pues más de uno creerá que busca de nuevo una diputación local por la vía plurinominal), ¿cuál es el secreto de la eterna juventud? Pues para estos casos, los especialistas recomiendan leer, de la escritora Guadalupe Loaeza, Los secretos de las niñas bien (locas, añadiríamos nosotros); aunque también de la misma autora, Mujeres maravillosas (título que parafrasea la canción del maestro Martín Urieta, mal parafraseado por algunos como Uretra, y que ha eternizado el Gran Chente) sería una buena lectura en estos días, sobre todo antes de que concluyan las campañas electorales. Otra opción  para ella es leer la revista Mecánica Popular, la candidata aprendería cómo cambiarle un neumático al coche a mitad del desierto.

Por ejemplo, para el candidato Independiente Javier Guerrero, se recomienda leer El llano en llamas, de Juan Rulfo, aunque la historia que le va como anillo al dedo es la del Rey David, del primer libro de Samuel en el Antiguo Testamento, ahí está escrita la historia del joven pastor que fue llamado por el profeta para gobernar al pueblo de Israel… Recordemos que don Javier en su infancia también fue pastor de cabras en los desolados llanos de San Pedro de las Colonias.

Para el candidato del PAN,  Guillermo Anaya Llamas, quien proviene de la misma región de clima llameante, se recomienda Las buenas conciencias, de Carlos Fuentes, aunque tampoco le caería mal adentrarse en las páginas de Crimen y castigo, de Dostoievski.

A Manolo Jiménez, candidato a la Presidencia Municipal de Saltillo, joven  promesa de la política coahuilense, se le recomienda leer El Príncipe, pero no el de Maquiavelo, sino El Principito, de Antoine de Saint-Exupéry, no vaya a indigestarse aprendiendo tempranamente tantas malas mañas.

Una lectura, que además no es onerosa, es más, a él no le cuesta; le llega de madrugada a la puerta de su casa: Don Lucho Salinas, el candidato independiente, debería tener como hábito leer el periódico de su familia, para que no haga promesas de campaña fuera de lugar.

www.jesuscarranza.com.mx.