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La FED aprueba la primera subida de tasas de interés en la era Trump
La Reserva Federal cumplió con las expectativas generadas y anunció una subida de tipos de interés de un cuarto de punto, que deja el precio del dinero en Estados Unidos en un espacio del 0.75% al 1% y manda un importante mensaje: el ímpetu que ha ganado la primera economía del mundo tiene credibilidad.
Tras el anuncio, en México el Dólar es vendido en 19.65 pesos en ventanillas de Citibanamex.
Se trata del primer incremento de tasas de la era Trump y ahonda la divergencia con la política monetaria del Banco Central Europeo, un desfase que inquieta a algunos organismos como la OCDE por las turbulencias financieras que puede generar.
La de este miércoles resultó la tercera subida de tipos en 15 meses, lo que significa que acelera el camino a la normalización monetaria; es decir, a que el precio del dinero se aleje del cero, donde ha pasado seis años.
El gran punto de inflexión se produjo en diciembre de 2016, cuando la Fed se atrevió con el primer incremento en 10 años después de la gran debacle financiera. No volvió a hacerlo hasta el pasado diciembre. Este miércoles no ha habido sorpresas ni sacudidas en los mercados, como si la vida de los bancos centrales volviera a ser aburrida y las crisis financieras fuera, de veras ya solo un mal recuerdo.
La decisión llevaba semanas descontada por los analistas: acompañan la cifras de la llamada economía real –el último dato de creación de empleo, del mes de febrero, fue muy sólido- y han menguado las incertidumbres financieras. Lo que siguen vivas son otras inquietudes: cómo la fortaleza del dólar puede frenar el ímpetu de la economía americana y hasta qué punto la actual divergencia en las políticas monetarias de los grandes bancos centrales supone un riesgo global.
Mientras el Europa mantiene la máquina del dinero a mil revoluciones, la Fed lleva 14 meses de progresivo repliegue. La semana pasada el Banco Central Europeo (BCE), que decidió mantener las tasas en un mínimo histórico del 0%, donde llevan instalados desde un año y acompañados de un plan masivo de compra de deuda para estimular el crédito, la inversión y el consumo. El organismo de Fráncfort dio, eso sí, señales de que las cosas funcionaban y no habría más munición.
Este desfase (que en la primera parte de la crisis se produjo al revés, el arsenal de estímulos monetarios estadounidenses chocaba con la timorata política europea) preocupa a la OCDE, la organización de países más industrializados del mundo, que alertó de “vulnerabilidades financieras y una posible volatilidad del mercado financiero causada por divergencias en las tasas de interés”.
Dos subidas más este año
La Fed ve posibles dos subidas más este año, ya que el retorno a la llamada normalización monetaria se ralentizó durante todo el año pasado debido a la incertidumbre global. El “pero” de la subida de tipos para Estados Unidos es que se produce con un dólar ya muy robusto con relación a la mayor parte de divisas, lo que encarece las exportaciones. Aunque los tipos estaban bajos, la fortaleza del billete verde actuaba como contrapeso y frenaba la inflación. Ahora el precio del dinero sube y puede cargar más fuerza en el dólar.
Es, en cualquier caso, la señal más inequívoca de que la primera economía estadounidense se cree al fin su propio dinamismo, pese a que el crecimiento sigue siendo lento –un tímido 1,6% en 2016-, está ganando algo de fuerza.
Falta ver el efecto final que tenga la política económica de Trump, cuyas grandes promesas giran en torno a un recorte de impuestos junto a un impulso al gasto en infraestructuras y rebaja de la regulación. Como candidato, el Presidente prometió alcanzar un ritmo de crecimiento del 4% a lo largo de su mandato, lo que casi duplica la previsión de la Fed para este año (2.1%).