José José tuvo tres grandes amores, el primero de ellos fue cuando cayó perdidamente enamorado en su juventud de una mujer que, prácticamente, tenía el doble de su edad. Natalia “Kiki” Herrera Calles y el cantante mexicano se enamoraron, y se casaron casi de manera inmediata. Sin embargo, todo acabó en un triste desenlace para Natalia, y en los primeros pasos hacia el alcoholismo para el intérprete de “El Triste”.

El abuelo de “Kiki” -Plutarco Elías Calles-, fungió como primer mandatario de 1924 a 1928 y en muchas versiones, se cuenta que su nieta nació en el Castillo de Chapultepec, que en aquél entonces era la residencia presidencial. Si bien no ha habido modo de comprobar esto, fue uno de los muchos mitos que Natalia creó en torno a sí misma para darse un aura de glamour.

El matrimonio duró 18 meses, hasta que Natalia y José José no aguantaron más y se separaron en 1973 en medio de una gran polémica. Los problemas de alcoholismo de José José tampoco se podían ocultar. Tras una larga batalla legal, el astro mexicano le concedió el divorcio a “Kiki” en 1975.

Según el periodista Ramón de Flórez, el verdadero enemigo de José José no fue su amor desmedido por Natalia Herrera, sino sus demonios internos. “Comenzó a beber en exceso para asimilar su éxito arrollador. Se rodeó de gente que le festejaba todo, le adulaban y fomentaban sus parrandas, vicios y borracheras”, señaló.

Tras el divorcio, Natalia continuó con su carrera. “Kiki” salió de una presentación en un club nocturno y, en el camino a su casa, su auto fue impactado por un tren. La actriz perdió la vida en 1983. Lo extraño es que el auto quedó casi intacto mientras que el cuerpo de Natalia quedó destrozado. Esto generó muchas dudas sobre su muerte.

Se comenzó a especular que el accidente pudo haber sido provocado. En aquel año, el periodista Carlos Marín manifestó que había intereses millonarios que apuntaban a que la muerte de Herrera no fue casualidad.