La extradición de Emilio Lozoya: que comience el espectáculo de la justicia

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La extradición de Emilio Lozoya: que comience el espectáculo de la justicia

Esta semana llegó Emilio Lozoya, ex director de Pemex, durante el gobierno de Peña Nieto, de España. Después de casi 6 meses de su detención el 12 de febrero en Málaga. Fue acusado de delincuencia organizada, cohecho y operaciones con recursos de procedencia ilícita. ¿Qué es esto? Se le acusa principalmente de recibir sobornos del gigante global Odebrecht para sus operaciones en México y la compra de una planta de fertilizantes, presuntamente inservible, a Altos Hornos de México.

El mismo López Obrador en la mañanera del jueves 16 de julio, dijo que será algo: “importante e interesante”. ¿Qué se refiere el Presidente cuando dice “interesante”?

Ya nos adelantaron que Lozoya tiene en su poder grabaciones de los Senadores que votaron en su momento la Reforma Energética –y no dudo que de todas y todos aquellos del famoso Pacto por México de Peña Nieto– recibiendo maletas de dinero. En las próximas semanas y probablemente hasta que termine el 2020, seguiremos viendo noticias con videos de diferentes Senadores, Diputados, Funcionarios relacionados con este caso y sobre todo con la elección del 2021.

Me parece muy bien que el gobierno de López Obrador este trabajando en combatir la corrupción. Sin embargo, hay que entender que el fenómeno de la corrupción de México es sumamente complejo, no tiene que ver solamente con la política y uno o dos actores, sino tiene una gran carga cultural y me atrevo a decir, que hasta de identidad. El famoso dicho: “el que no transa, no avanza”, no es casualidad.

Si realmente el interés y compromiso del Gobierno de México es la combatir la corrupción debería hacerse de dos frentes:

1) Poniendo castigos ejemplares a cada uno de los actores en los actos de corrupción, no solamente a aquellos que son más mediáticos o responden a una venganza política, como ya ocurrió con Rosario Robles y la “estafa maestra”.

2) Trabajar de manera continua y real (con presupuesto) en promover la cultura de la legalidad como una forma de vida desde las niñas, niños, adolescentes y jóvenes.

Señor Presiente, no necesitamos un espectáculo mediático sobre combate a la corrupción, ya hemos visto varios desde La Quina con Salinas de Gortari, Elba Esther Gordillo con Peña Nieto, etc. 

Todo esto en el marco de la pandemia de COVID-19, que parece que no tiene fin. Hoy con casi 38 mil muertes por COVID-19 en México y por llegar ya a los 330 mil contagiados tras más de 4 meses de confinamiento. Para estas alturas todas y todos ya conocemos a más de una persona contagiada, y probablemente ya haya fallecido alguien cercano a nuestro círculo social. En otras palabras, no son números, estadísticas, las víctimas del COVID-19 son abuelos, abuelas, tías, tíos, primos, primas, sobrinos, sobrinas, amigos, amigas. Somos los mexicanos.

Señor Presidente, el camino hacia la “nueva normalidad” es largo y debemos hacerlo juntos, con prioridades claras. ¿Ya decidió cuáles son las suyas? Nosotros como mexicanos sí, no queremos seguir enterrando amigos y familiares. La elección del 2021 y el “combate a la corrupción” pueden esperar.

@garciacecy_

ceci.garcia@dcamexico.org