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La estrella que cautivó Hollywood, Sidney Poitier cumple 90
El año pasado, Sidney Poitier prefirió no enfrentarse al largo vuelo a Londres y recibió por videoconferencia la mayor distinción de la Academia Británica de Cine por el conjunto de su trayectoria. El actor, que hoy cumple 90 años, rara vez comparece ante los focos, pero no ha perdido un ápice de su aura de icono del cine. Y en aquellos BAFTA, esta leyenda viva de maravillosa voz e intensa mirada volvió a poner al público a sus pies.
Criado en Bahamas, en el seno de una familia humilde, Poitier fue nombrado caballero por la reina Isabel II ya en 1974 y en 2009, el entonces presidente estadounidense Barack Obama le otorgó la Medalla Presidencial de la Libertad, la mayor condecoración civil del país. Cuando en 2002 la Academia de Hollywood le entregó el Oscar honorífico, el aplauso de los asistentes a la gala se prolongó durante minutos.
Tenía 22 años cuando llegó a Hollywood, embarcándose en un viaje que por aquel entonces parecía "casi imposible", contó en su discurso de agradecimiento. Y no se olvidó de alabar a las decisiones "valientes y desinteresadas" de cineastas y productores que le brindaron personajes pese al color de su piel permitiéndole gozar de una oportunidad.
Y es que Poitier allanó el camino de grandes estrellas negras del celuloide como Denzel Washington, Morgan Freeman, Louis Gossett Jr., Halle Berry o Viola Davis. Antes que él, sólo Hattie McDaniel había hecho historia en 1940 como la primera afroamericana que se alzaba con un Oscar por su papel de reparto en "Lo que el viento se llevó". Y tuvieron que pasar 25 para que Poitier repitiera hazaña como el primer negro coronado como mejor actor protagonista por "Lilies of the Field".
Entre los hitos logrados por Poitier figura también el de ser el primer afroamericano que besaba a una actriz blanca en un filme hollywoodiense. Aunque la apasionada escena de 1967 se rodó de forma tímida, reflejada en el espejo retrovisor de un taxi, fue uno de los logros reivindicados por los defensores de los derechos civiles, pero que también hizo que algunos activistas del movimiento afroamericano lo tildaran de "negro blanco".
Aquel beso blanco y negro pertenece a la película "Guess Who's Coming to Dinner", en la que Poitier es presentado como el futuro yerno de un matrimonio adinerado formado por Katharine Hepburn y Spencer Tracy. Su prometida en la gran pantalla era Katharine Houghton, quien ahora tiene 71 años y, según contó recientemente a "Vanity Fair", en el rodaje de aquella escena se respiraba una "tensión increíble".
Según Houghton, a Poitier se le exigía "ser mejor que un blanco" sólo por ser negro. "Y aquel fue su mayor regalo a Estados Unidos: decidió ser el hombre perfecto". Los papeles comenzaron a lloverle y a finales de los 60, Poitier estaba considerado uno de los actores mejor pagados. Aquel 1967 apareció en otras dos películas: la de suspenso "In the Heat of the Night", en la encarnaba a un detective, y el drama "To Sir, with Love".
Poitier nació en Florida, aunque fue pura casualidad que el más joven de siete hermanos de una familia de campesinos de Bahamas llegara al mundo en Estados Unidos. Sus padres vendían allí verdura y el parto del pequeño se adelantó. Así, tras pasar su infancia en Cat Island, de adolescente siguió a un hermano mayor rumbo a Florida, donde se ganó la vida como vendedor ambulante, lavaplatos y obrero.
Sus primeros pasos como actor los dio en el American Negro Theater de Nueva York. Tras varios pequeños papeles en Broadway, dio el salto al cine en 1950 junto a Richard Widmark en el thriller de suspense "No Way Out", en la que encarnaba a un médico. En 1997, después de protagonizar éxitos como "The Defiant Ones", "Porgy and Bess" o "A Raisin in the Sun", se despidió de la gran pantalla con un papel de reparto en el thriller "The Jackal”.
Desde entonces, sus apariciones en público son cada vez menos frecuentes. En la gala de los Oscar de 2014, posó sobre la alfombra roja acompañado de su hija Sidney Tamiia. Padre de otras cinco mujeres más, está casado en segundas nupcias desde hace 40 años con la actriz canadiense Joanna Shimkus. Y cuando recibió el BAFTA de Honor el año pasado, se lo dedicó orgulloso a su mujer, sus seis hijas, nietos y bisnietos. Ellos son su "uno y todo", dijo emocionado.