La epidemia

Usted está aquí

La epidemia

Y dale con la cultura y la corrupción, en septiembre de 2014 en los famosos diálogos con periodistas (que por cierto sólo fue uno) organizados con motivo del 80 aniversario del Fondo de Cultura Económica el presidente Enrique Peña Nieto abrió el debate al decir lo siguiente: “la corrupción es un tema casi humano [...] quizá podríamos, y creo que no se ha propuesto en esta conversación, pero con mucho gusto, yo sí creo que hay un tema cultural lamentablemente, que ha provocado corrupción en todos los ámbitos y órdenes, tanto privado como público”, la conclusión del ejecutivo: la corrupción es un tema de orden cultural en México.

Esta semana repitió el mismo argumento el Secretario de la Función Pública Virgilio Andrade, sí el que absolvió al presidente de todo lo relacionado con la Casa Blanca, esto fue lo que dijo: "El asunto de la corrupción no es un tema racial, sí es un tema cultural, pero cultural como seres humanos [...] es natural hacerlo, pero no es condición suficiente. Si no se trabaja en los elementos previos de mejora a las regulaciones de nuestra vida cotidiana, los avances podrán ser importantes, pero nunca suficientes" y lo expuso al participar en el foro "La Información en el Combate a la Corrupción. ¿Cómo nos arreglamos?".

Pero ¿por qué lo dicen? La respuesta más evidente sería el desmarque, al decir que la corrupción está en todos nosotros, que no sólo es racial sino algo que es parte del ser humano, el gobierno claramente expone una incapacidad de combatirla y anula todos sus intentos. Max Kaiser,  director de anticorrupción del Instituto Mexicano de la

Competitividad nos dice los siguiente 1) El presidente y Andrade están confundiendo una teoría de Francis Fukuyama en su último libro, que dice que las personas tenemos una inclinación natural a promover intereses propios, lo que no dice Fukuyama es que en todas las culturas se hace legal o ilegalmente, es decir todos tenemos esa inclinación pero precisamente para eso existen los gobiernos, para poner reglas del juego y para limitar esos intereses privados. 2)

Están confundiendo el concepto endémico con epidémico, endémico es algo que es propio de un cuerpo, de una cultura, epidémico es algo que se extendió de tal manera que parece propio de un cuerpo, tenemos que aceptar que hay una epidemia brutal de actos de corrupción pero eso no quiere decir que sea parte de nosotros.

Así o más claro, es evidente que la epidemia de la corrupción se extiende y que la mayoría de los políticos están infectados, pero al tirar la toalla de esta manera el estado exhibe la batalla perdida por adelantado y la profundidad de las investigaciones de la Secretaría de la Función Pública. Imagino a México con una enfermedad terminal, donde los gobernantes sólo nos ayudan a bien morir, cada día nos quitan un poquito de vida, al fin que ya es el ocaso, robar un poquito más no nos va matar, un sexenio más en terapia intensiva.