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La energía eléctrica y su llegada a Saltillo
Para las generaciones recientes, resulta impensable entender la vida sin electricidad. Hará poco más de 130 años que la energía eléctrica vino a acelerar el ritmo del desarrollo y transformó por completo nuestra manera de vivir.
En antaño las ciudades tenían precarios sistemas de alumbrado público, las farolas a base de gas se distribuían en apenas unas cuadras de los centros de las ciudades y las casas de nuestros antepasados se iluminaban con la poca luz emitida por los pabilos de velas de cebo, en otros hogares se encendían lámparas de keroseno.
En 1879 la ciudad de León, Guanajuato sería la sede de la primera central termoeléctrica para abastecer de fuerza motriz a la maquinaria de la fábrica de hilados La Americana. Aquella maquinaria estacionaria era impulsada a su vez por una máquina de vapor, a base de leña y después con carbón, dicho artefacto impulsaba mediante bandas los generadores de corriente directa.
Diez años más tarde, en Batopilas, Chihuahua, también para fuerza motriz, entró en operación la primera planta hidroeléctrica en México. A unos años del inicio del siglo 20 se abrió la central Portezuelos Uno, en el estado de Puebla, para sorpresa de muchos esta planta sigue en operación.
La alta demanda por el suministro de energía eléctrica hizo que compañías extranjeras vinieran a nuestro país para satisfacer las necesidades imperantes. En 1881 la Compañía Mexicana de Gas y Luz inició su expansión en algunas capitales de la República Mexicana.
El servicio de energía eléctrica se utilizó primero en las industrias textiles y mineras, después para el alumbrado público y por último en los sectores comercial y residencial. En el período comprendido entre 1880 y 1900 funcionaban en nuestro país alrededor de 177 centrales que operaban con criterio predominantemente lucrativo, dichas empresas daban servicio público en la Ciudad de México, Guadalajara, Puebla y muchas otras ciudades.
Durante el gobierno de Porfirio Díaz, se otorgó una concesión a la firma The Mexican Power and Light Company, empresa que recibió los derechos para explotar los afluentes de los ríos de Tenango, Necaxa y Xaltepuxtla en los estados de Puebla, Hidalgo y Veracruz respectivamente.
INICIA EL PLAN EXPANSIONISTA
Las empresas extranjeras emprendieron un amplio plan expansionista para cubrir el sector de la población de ingreso medio. El esquema estaba dividido en dos zonas, la zona central pertenecía a The Mexican Light and Power Company Ltd. y el resto del país quedaba en manos de American Foreign Company, las cuales trabajaban sin normas claras de operación, ya que el Gobierno carecía de capacidad jurídica para regularlas. El 18 de enero de 1934 fue necesario reformar la fracción X del artículo 73 constitucional con el fin de facultar al Congreso de la Unión para legislar sobre energía eléctrica.
INICIOS DE LA ENERGÍA ELÉCTRICA EN SALTILLO
En 1891 Jose María Garza Galán, gobernador del Estado y el licenciado Hermenegildo Figueroa, suscribieron un contrato para dotar del servicio de luz eléctrica a la ciudad de Saltillo. Tres años más tarde, el 15 de agosto de 1894, se aprobó dicho contrato para prestar el servicio a la ciudad.
Fue en 1903 cuando dos industrias de la región recibieron el servicio de luz eléctrica, las fábricas de hilados y tejidos, La Aurora y La Libertad, utilizaron por primera vez motores eléctricos para mover sus telares.
Miguel Cárdenas, gobernador del Estado, nombró en 1908 al norteamericano T. D. Hoyt inspector de la ciudad de instalaciones de luz eléctrica y teléfonos, con un sueldo de 150 pesos mensuales, un dineral en esa época, los cuales estarían pagados por ambas compañías.
Al iniciar operaciones y durante muchos años, la Compañía de Luz y Fuerza Motriz Eléctricas de Saltillo sufría de constantes interrupciones en el servicio, los prolongados apagones hicieron que la gente se acostumbrara a ellos. La compañía de luz había recibido una concesión, por parte del Gobierno del Estado, el cual podía aplicar sanciones por fallas en el servicio.
EL NACIMIENTO DE LA CFE
En 1937 se promulgó la ley que creó la Comisión Federal de Electricidad, el 11 de enero de 1949 la CFE quedó constituida como un organismo público descentralizado con personalidad jurídica y patrimonio propio. A iniciativa del presidente Adolfo López Mateos a principios de 1960 nacionalizó la industria eléctrica, la Comisión Federal de Electricidad junto con la Compañía de Luz y Fuerza del Centro se convirtieron en empresas del Estado
Casi nadie lo imaginó, pero pasó en este 2021, volvimos a sufrir los cortes de energía eléctrica, esta vez por la poca visión de las autoridades actuales. El futuro de la CFE es incierto, el Gobierno Federal se empeña en seguir usando viejas y contaminantes tecnologías para la generación de electricidad, cuando debería apostar a tecnologías limpias como la eólica y solar.