CLEVELAND.- Uno es callado, estable y una estrella en ascenso en la NFL. El otro corredor de Cleveland es más sociable y ha enderezado su carrera tras un escándalo.

Similares en el emparrillado, Nick Chubb y Kareem Hunt son muy distintos afuera.

“La pareja dispar”, dice el coordinador ofensivo de los Browns Alex Van Pelt.

Y quizá la más temida pareja de corredores de la liga, un monstruo de dos cabezas con capacidad de sumar yardas desde cualquier parte del campo.

Con 1,538 yardas combinadas por tierra antes de su encuentro de hoy ante Baltimore —un enfrentamiento de la División Norte de la Conferencia Americana con implicaciones de postemporada para ambos— Chubb y Hunt se perfilan para convertirse en la octava pareja en superar cada uno las 1,000 yardas en acarreos en una campaña

El quarterback de los Ravens Lamar Jackson (1,206) y Mark Ingram (1,018) lo lograron la temporada pasada, hoy es poco probable que tengan ese desempeño en el juego de Lunes por la Noche.

Pero es un logro inusual y más impresionante al considerar que Chubb (799) se encuentra entre los líderes por tierra de la temporada a pesar de que se perdió cuatro encuentros con un esguince en la rodilla derecha.

La dupla Chubb-Hunt es una de las razones por las que los Browns (9-3) le dieron la vuelta a la temporada, después de que perdieron por 38-6 ante los Ravens en la Semana 1.

Chubb y Hunt se llevan muy bien. Los corredores se mueven en sincronía.

“Ellos personifican lo que somos como equipos”, dijo el receptor de los Browns Jarvis Landry. “Nick Chubb, una persona ejemplar. No tiene nada de malicia en él. Es una de las personas más agradables que he conocido”.

“Lo mismo con Kareem. Es callado, habla con voz baja, pero entra al campo y es otra persona. Al final de cuentas, los dos entienden bien lo que aportan. Saben que juntos pueden lograr algo especial”.

Los Browns los consideran a ambos como titulares aunque usualmente Chubb entra primero al campo y Hunt es más utilizado en tercer intento debido a su habilidad de pasar y atrapar.

Hunt no ha causado problemas toda la temporada después de que llegó a Cleveland con problemas tras una suspensión de ocho partidos por comportamiento violento, y disfruta tratando que su compañero sea más sociable.

La buena sintonía de la dupla tiene a los Browns rumbo a la postemporada por primera vez desde 2002 y quizá llegar lejos en los playoffs. Esto gracias a dos running backs que no tienen problema compartiendo el balón o los reflectores.