La mañana de ayer fue convulsa para el Partido Acción Nacional: la necesaria -según su líder- unidad comenzó a resquebrajarse. 
La declaración de Luis Fernando Salazar, en la que acusa falta de piso parejo en la definición del abanderado albiazul, pone con una mayor pendiente que escalar para conseguir la alternancia. 

En esta misma edición, presentamos una entrevista con Bernardo González, dirigente del PAN en Coahuila, quien días antes de conocer el reclamo de Salazar, ya había adelantado que un punto primordial para conseguir la victoria en los comicios del 2017, era mantener la unidad. 

En la entrevista, González adelantaba que se mantendría la cohesión, que los acuerdos con los cinco aspirantes eran claros y que no se corría un riesgo inminente de una división. 

Sin embargo, ésta ya se dio. 

El PAN, lo han dicho sus principales cuadros, tiene una oportunidad pocas veces vista para poder obtener un triunfo electoral en la entidad. 

Ellos mismos han reseñado los errores que -según los albiazules- se han cometido en las últimas administraciones priístas, y ante ese escenario han identificado una coyuntura en la que habría condiciones para conseguir ser los ocupantes de la oficina principal del Palacio Rosa.

Esta situación podrá ser una condición que afecte el proceso de definiciones dentro de la Oposición. 

Desde hace tiempo, no sólo los panistas han señalado que las fuerzas políticas que hoy no forman parte del gobierno estatal tienen una oportunidad pocas veces vista para poder ganar la gubernatura. 

¿Recuerda, que en septiembre de 2015, se dio una comida en  en la que estuvieron juntos Isidro López (panista), Lenin Pérez, Lenin Flores (ambos integrantes de la UDC) y Armando Guadiana (hoy virtual candidato de Morena a la gubernatura) en la que señalaban que buscaban generar un bloque opositor fuerte que pudiera confrontar al establishment y conseguir la gubernatura? Desde hace casi dos años se veía una situación que los acercaría a un triunfo.   

El PAN, quien ha sido el partido que históricamente ha hecho mayor sombra al PRI, tiene la imagen de ser la fuerza que mayor competencia electoral le puede generar al tricolor. La división producida por Salazar podrá generar una afectación, habrá que ver cuál es su magnitud en los próximos días. 

El PAN tiene una semana de definiciones que tendrá el ruido producido por Salazar, al menos que haya una solución rápida que le permita seguir con su camino sin mayor contratiempo. 

Según su dirigencia, antes del próximo martes se debería definir quién es el candidato a la Gubernatura y así comenzar a trazar con mayores certezas cuál será la ruta para los comicios del próximo junio. 

La noticia de este sábado, sin lugar a dudas, le resulta benéfica al PRI y los partidos que rondan a su alrededor. 

En esta coyuntura, el PAN tendrá que reinventarse sin uno de sus principales liderazgos. 

Sin lugar a dudas, Salazar había alcanzado a ser una voz de peso en el PAN. 

En estas páginas hemos reseñado en las últimas semanas cómo su duro discurso en contra de la actual administración había conseguido obtener simpatizantes que lo ven con fortaleza hacia los comicios.

Sin embargo, pese al peso y el respaldo que ha obtenido de diferentes actores políticos a nivel nacional, no es el único que se ve con vigor dentro de la baraja panista. 

Perfiles como Isidro López y Guillermo Anaya, sin dejar de lado a Silvia Garza y Marcelo Torres Cofiño, pueden ser actores de poder en materia electoral. 

Sin embargo, seamos claros, el PAN en unidad era más fuerte que en medio de una división interna. 

Conforme pasen los días, iremos conociendo cómo se reacomoda el ajedrez político-electoral para la elección de junio.