‘La distancia acabó con lo nuestro’

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‘La distancia acabó con lo nuestro’

Foto: Archivo

ESTIMADA ANA:

Mi novio y  yo terminamos después de casi 7 años. Comenzamos esta relación desde que teníamos menos de 20 años y todo iba encaminado al matrimonio. Hicimos muchos planes juntos, de nuestra vida casados, de los hijos que tendríamos, dónde viviríamos y de pronto todo eso se esfumó.

Todos los problemas empezaron con su cambio de trabajo, antes estábamos en el mismo lugar pero llegó una mejor oportunidad para él, con mejores prestaciones y un incremento notable en el sueldo y no dejó pasar la oportunidad.

El problema es que todo sería en otra ciudad. Al principio no fue tan difícil, procuraba venir cada 15 días o a veces 3 semanas y nuestros planes seguían intactos, siempre con la esperanza de formalizar todo y volver a estar juntos.

Pasaron algunos meses y comencé a notarlo distante, a veces se pasaban 2 o 3 días sin una llamada o mensaje. Al principio trataba de justificarlo por sus horarios en el nuevo empleo, que estaba acoplándose y comprendí que no podía distraerse, así es que nunc ale reclamé nada, por el contrario.

Pero después todo cambió, su comportamiento cuando venía a visitarme no era el mismo. Había fines de semana que llegaba desde el viernes y lo primero que hacía era llamar a sus amigos para salir a algún bar. Los sábados despertaba muy tarde y obviamente quería estar al lado de su mamá y el resto de su familia.

Pasaba por mí el sábado a eso de las 6 o 7 de la tarde para ir al cine y a cenar, pues para las 11 de la noche ya estaba cayéndose del sueño, obviamente por el viaje y por al desvelada con sus amigos. El domingo almuerza con su familia, lo veía hasta la hora de la comida y para llevarlo al aeropuerto.

Se fueron perdiendo muchas cosas entre nosotros, el contacto y la comunicación sobre todo. Usted sabe que en toda relación, independientemente si es de amistad, noviazgo o matrimonio eso es lo básico. Cuando se va perdiendo alguno de estos elementos, la relación comienza a decaer. Y justo eso sucedió con la nuestra.

Fue inevitable terminar. Nunca noté ese entusiasmo real de seguir, al contrario, conforme pasaban las semanas, parecía que era más su deseo de acabar de una vez por todo, sentirse libre de ir y venir sin presión de ningún tipo.

Fueron semanas muy dolorosas para mí y no se diga después de que terminamos. Han sido los peores días de mi vida, no me visualizo sin él, sin nuestra vida juntos, ¿dónde quedaron nuestros planes?, ¿por qué todo se vino debajo de repente? Me siento tan sola, que no sé qué va a pasar con mi vida.

Se fue todo a la basura, tantos días, semanas, meses juntos. No sé qué voy a hacer sin él, ni siquiera me ha enviado un mensaje ni me ha llamado para saber cómo estoy. En cambio yo estoy preocupada por él, cuando se acerca el fin de semana quiero verlo, hablarle, abrazarlo.

No sé cómo voy a hacer para superar este dolor que siento, no soporto esta soledad. Gracias por leer, le agradezco su atención. 

Mariana

ESTIMADA MARIANA:

Nadie tiene el poder de lograr que seas feliz, sólo tú. Es momento de que tomes las riendas de tu vida, que no dejes que las emociones, resentimientos o tristezas te rebasen.

Intenta recuperar la fe pero en ti misma. Mantente muy ocupada, prueba nuevas aficiones, conocer gente, no te encierres en ti. Sonríe y demuestra que eres más fuerte que la tristeza y aunque ahora no lo veas y lo sientas, todo lo que necesitas lo tienes dentro, aunque haya experiencias que nos hacen pensar lo contrario.

Sal y descubre que la vida es el aquí y ahora. Lo demás o ya pasó o aún no existe y es incierto. 

Estás viva y puedes cambiar tu actitud, disfrutar lo que tienes a tu alrededor. Simplemente hazlo.

Nunca pierdas la fe, es lo que te mantiene con fuerza. Recuerda que no todo en la vida es tener pareja y no tener pareja no es sinónimo de infelicidad, disfruta estos momentos de soledad y sácales el mayor provecho posible, de esta manera poco a poco tendrás claridad para salir adelante. 

Nunca, por nada del mundo dejes de creer, muestra tu fuerza y sácala a relucir, no tengas miedo a jugártela en la vida, persigue tus sueños y si te caes, levántate. En esta vida todo llega, pero para eso es fundamental jamás bajar los brazos. No es necesario que busques tu felicidad, tú misma tienes la capacidad de generarla.

Ánimo que esto es solo una experiencia. Busca renovarte como persona, para que atraigas nuevas experiencias, un abrazo.

ANA