La deuda de Coahuila, lo sabemos y lo repetimos, es un barril sin fondo.

En los últimos 11 años, contando este 2020, Coahuila habrá pagado 46 mil 953 millones 53 mil 128.97 pesos: $46, 953, 053, 128.97 pesos por concepto de la deuda pública, mejor conocida como la “megadeuda”. Si no hay cambios en el último trimestre de este año, esa será la cifra.

La cifra es mayor a la deuda misma. Lo sabemos, la “megadeuda” es un barril sin fondo que en momentos de crisis, de necesidades económicas, de necesidades en salud, de inversión pública y, quizá un largo etcétera, hace más sentido recordarla.

¿Por qué? Sencillo: Los casi 47 mil millones de pesos es 18 veces el presupuesto de este año destinado a la inversión pública, o visto desde otra perspectiva, es la inversión pública de 18 años.

Con ese recurso se pudieron comprar 900 hospitales de emergencia como el que adquirió el gobierno estatal (contrato SEFIN-AD-DGA-021-2020/001). También más de 63 mil ventiladores de traslado Adulto-Pediátrico-Neonato (contrato sscz-da-ad-74-2020).

En tiempos en que los gobiernos progresistas le apuestan a la ciencia y tecnología, los 47 mil millones representan más de 3 mil 700 veces el presupuesto que destinó el gobierno estatal este año a ese concepto.

En la administración del exgobernador Rubén Moreira se gastaron 25 mil 599 millones de pesos en el servicio de la deuda. Recibió una deuda de 35 mil 746 millones 25 mil 836 pesos al finalizar el 2011 y, según la Cuenta pública 2017, la deuda a largo plazo era de 36 mil 6 millones 122 mil 38.72 pesos, es decir, pese a los más de 25 mil millones de pesos, la deuda era de 500 millones de pesos más.

Por su parte, el gobernador Miguel Riquelme Solís recibió una deuda bancaria de 36 mil 290 millones de pesos (deuda al cierre de noviembre de 2017), y la deuda al 31 de octubre de este año es de 36 mil 634 millones de pesos, es decir, 344 millones de pesos más. En su administración se han desembolsado 14 mil 292 millones de pesos al pago de la deuda.

Lo sabemos. Los intereses se comen al gobierno: más de 30 mil millones de pesos se han pagado en intereses y más de 7 mil millones sólo en el pago a capital en 11 años, 636 millones en promedio al año. Lo demás en comisiones, costos de coberturas, Adefas y gastos de la deuda. Lo dicho: un barril sin fondo.

El reciente informe del Consejo Cívico de Instituciones (CCI) Laguna, aunque de las finanzas de 2019, expuso que en cuanto al tema de la Deuda Pública, en promedio las entidades del país destinan el 5 por ciento de su gasto a este rubro, sin embargo, Coahuila destina el 9 por ciento de su gasto anual.

AL TIRO

La deuda de Coahuila es una historia sin fin. Van 11 años y la losa es la misma.

Pasó otra legislatura y ningún diputado hizo nada. No hay castigo, no hay transparencia, no hay nada. No hubo ni siquiera voces. Una vergüenza la legislatura saliente, pues había una oportunidad y se desaprovechó.

Un nuevo Congreso tomará posesión en los próximos días. Pero con mayoría priista, hay poca esperanza, o más bien nada de esperanza, de que el tema de alguna forma trascienda.

Habrá elecciones para alcaldes y diputados federales. El tema volverá a rondar por los aires. La “oposición” tratará de aprovechar electoralmente el tema, pero como en otros años y elecciones, serán patadas de ahogado. Los candidatos del partido en el poder capotearán el tema, se excusarán diciendo que ellos no tuvieron nada que ver o quizá hasta escondan la cabeza. El tema será una anécdota.

Falta la segunda mitad de la administración de Miguel Riquelme. ¿Cuánto podrá abonar a capital? Las proyecciones son desalentadoras. ¿Dejará más deuda que la que le entregaron? Difícilmente cambiarán las cosas en tres años. Vendrá otro gobernador y quizá una nueva reestructura. Los bancos seguirán hinchándose los bolsillos.

Y se seguirán pagando miles de millones al año, dinero que bien serviría ahora para invertir en salud o inversión pública.