La cursilería 'conversación' entre Kate y El Chapo (según el columnista Jesús Carranza)

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La cursilería 'conversación' entre Kate y El Chapo (según el columnista Jesús Carranza)

En esta era de crímenes espectaculares y espectáculos de calidad criminal, se reafirman las relaciones entre miembros del mundillo de la farándula y los barones de la droga. No es nuevo que cantantes hayan actuado en fiestas privadas para narcotraficantes: políticos y empresarios cultivan esa misma dispendiosa manía. Esto es una historia vieja en México. Ahora bien, no siempre concluyen éstas en buenos términos.

Recordemos el homicidio del animador de la televisión mexicana Francisco Stanley. Nunca se aclaró el móvil del crimen; pero durante la investigación, siempre se especuló que el conductor de la televisión sostenía relaciones con miembros de la delincuencia organizada, en su calidad de dealer de la comunidad artística, que por entonces —mediados de la década de 1990—, se iniciaban de manera alegre y masiva en el mundillo del consumo clandestino de la droga. Con el animador saltillense, el medio del espectáculo aportó el primer mártir a una guerra del narco que apenas nebulosamente se insinuaba.

Los grupos de música norteña y banda sinaloense se han convertido en voceros oficiosos y semioficiales de los grupos criminales. No es que haya algún motivo para distraer a los ciudadanos y sea por esto que nos presentan las noticias en el Canal de las Estrellas un poco noveladas. Después de todo, con frecuencia la vida imita y aun rebasa las ingenuas y plastificadas historias construidas por los tanks of thinker de Televisa.

Las notas periodísticas y las telenoticias nos han dado cuenta de las conversaciones que sostuvieron el ingeniero Joaquín Guzmán y la actriz Kate del Castillo. El lenguaje refleja la cultura televisiva a la que nos han sometido los actores, los diálogos entre la actriz y el capo se revelan sin ficción: así hablan los actores y actrices del duopolio televisivo,

Así habla Cuauhtémoc Blanco, el novato alcalde de Cuernavaca, quien agradeció la presencia de Benito Juárez García en un evento de su cabildo. Qué se puede esperar de una estrella mediática… Después de todo, no son egresados del ITAM, ni de las facultades de Negocios o de Divinidad de Harvard. Así habla Adal Ramones, el sustituto express de Octavio Paz en Televisa. Ellos son los líderes de opinión en un país castigado por la demagogia de los políticos y la indiferencia de las iglesias.

El Estado creó una alianza con el sistema educativo nacional y con las televisoras, para asegurar el monopolio de la ignorancia y la disolución de la cultura. No es sorprendente que exista tanto interés en una posible relación sentimental entre el Chapo Guzmán y Kate del Castillo.

Al estatus quo no le conviene que el pueblo deje la ignorancia. La mafia del poder promueve la cultura mediática del momento.

Analicemos la ortografía y la sintaxis express de los mensajes de texto: “Tú ponte de acuerdo cuándo puedes regresar. ojalá que sea pronto. vale más esperarnos a que todo lo prepare con una semana. yo te tendré súper todo para que no vayas a tener ningún detalle, que me sentiría muy mal. ten fe que estarás a gusto.. te cuidaré más que a mis ojos”.

Se escucha un tono fresa “Te tendré súper todo”; además, el ingeniero en túneles se adueña de una frase que su paisano Pedro Infante acuñó en la película Tizoc. “Ti quero más que mis ojos”. El lenguaje del Chapo demuestra que un implacable criminal, que puso a temblar a la nación más poderosa del planeta, puede ser también un bobo espectador de las oligofrénicas producciones del Canal de las Estrellas.
En respuesta, la actriz afirma sufridamente:

“Me mueve demasiado que me digas que me cuidas. Jamás nadie me ha cuidado, ¡Gracias! ¡Y tengo libre el siguiente fin de semana!”.

He aquí una muestra de la cursilería mexicana a inicios del tercer milenio, siglo psicodélico, galáxico y posmoderno como el que más…
www.jesuscarranza.com.mx.