Amén de partir de un castigo de la divinidad al hombre, el trabajo es la actividad que más nos entretiene en este duro caminar por la vida y sus inefables sorpresas y trapacerías.
La dualidad de gozo y sombra, le confiere una atracción extraordinaria para quienes disfrutan el laborar o una carga para quien sólo lo hace por necesidad.

La primera Revolución Industrial tuvo lugar en Inglaterra en el Siglo 18, mediante la utilización de la fuerza impulsada por el vapor y la maquinaria derivada. La segunda partiría  desde mediados del Siglo 19 a principios del Siglo 20, destacando como fecha más aceptada de finalización a 1914 y la tercera la viviríamos en pleno Siglo 20 y los grandes inventos y adecuaciones a la producción.

La tendencia derivada de la globalización y la conciencia mundial sobre el cuidado del planeta, la sustentabilidad y la convivencia civilizada refieren, en la opinión del 
Foro Económico Mundial que llegamos al borde de una cuarta Revolución Industrial, en un esfuerzo que transformara los conceptos que conocemos de trabajo y empleo. 

En la nueva etapa , la tecnología tiene un papel preferencial, ya que será la que se encargará de cambiar los requerimientos con cada uno de sus avances. 

Hoy es visible en proyectos, pero se afianzará cuando se concreten avances inevitables como el desarrollo  de la inteligencia artificial, la creación de un robot de servicios, la impresión en 3D a gran escala y la expansión de la nanotecnología.

De esa manera cada una de las nuevas realidades generarán una mayor automatización en las empresas, lo cual si bien será positivo porque mejorará la eficacia del trabajo en muchos casos, también traerá un aspecto negativo que no podemos dejar de observar, sobre todo en los limitantes éticos que conlleva la aplicación a la colectividad de nuevas tendencias y descubrimientos.

Lo negativo que pudiera generar el suceso narrado es el desempleo,  ya que las empresas preferirán los avances tecnológicos por cuestión de costos y trabajo, a seguir manteniendo en sus filas a muchos empleados. Las cifras de despidos que pronostica el mencionado foro es de 5.1 millones de empleos a nivel mundial.

El más afectado por esta situación será el sector administrativo, que verá una reducción considerable en su volumen de trabajadores. Si bien los puestos directivos en esta área seguirían estando presentes junto a algunos mandos medios, los empleados semiprofesionales, como en muchos casos son las secretarias, asistentes o auxiliares de oficina, no tendrían ya cabida en las compañías, debido a este contexto.

En el estudio sobre “Trabajos Futuros”, el mismo Foro establece que esta desaceleración ofrece soluciones  ya que existen cuatro grandes áreas que alcanzarán un esplendor importante en 2020 por este tema: Computación, Matemáticas, Arquitectura e Ingenierías.

Es preciso señalar a las áreas en que la innovación estará mucho más presente en los próximos años y que también se convertirán en focos de desarrollo de empleo a nivel mundial. El  estudio lo menciona principalmente en tres rubros: 1.- Información y tecnologías de la comunicación 2.- Entretenimiento y 3.- Servicios profesionales. Por lo que la vinculación de contenidos educativos con las tendencias de la producción, como nunca deben estar concatenados.

Una nueva manera de hacer las cosas nos tendrá reservado el futuro en el designio citado por Borges: “lo que no haga el hombre, lo harán las generaciones”.